El voyerismo, en palabras simples, es el placer erótico que se siente al mirar la actividad sexual de una o más personas. Es más común en hombres que en mujeres, puesto que la excitación de ellos es predominantemente visual.
En estricto rigor, todos tenemos algo de voyeurs. Esto parte desde el disfrute que se siente al ver a la pareja en ciertas posiciones, o propinándose placer individualmente. Es posible también que el placer venga de observar nuestro propio acto sexual en un espejo, o una grabación. No es necesario mirar el coito de otra pareja para que se considere voyerismo, aunque esto también es practicado por personas solas o en pareja y en vivo o a través de un computador.
Claro que siempre debemos guardar el respeto por la persona con quien compartimos la experiencia. Es apropiado preguntar a quien será nuestro compañero en esta aventura si está de acuerdo con participar, porque muchos optan por espiar sin que la otra persona esté en conocimiento de que la observan. Hay gente que incluso consigue la excitación sexual solamente mirando a escondidas, lo cual no es sano, porque según indica el doctor Ezequiel López “el individuo crea una dependencia con respecto al estímulo visual”, lo que podría perjudicarlo en el caso de que muy pocos lo apoyen en su fantasía.
En definitiva somos dueños de nuestros cuerpos y nunca está de más experimentar, pero siempre teniendo claro los parámetros de respeto hacia la o las personas implicadas ¡Recuerda que la visión es un potente activador sexual!
Fuente: DiscoveryMujer.com