Morderse las uñas puede ser un comportamiento temporal, relativamente no destructivo, que es simplemente una preocupación estética, pero también puede convertirse en un problema grave a largo plazo amiga, así que cuidado.
La onicofagia, u onicofagia, se considera un hábito oral patológico y un trastorno de aseo caracterizado por mordeduras crónicas, aparentemente incontrolables, que son destructivas para las uñas y el tejido circundante. Junto con otros comportamientos repetitivos centrados en el cuerpo, la onicofagia se clasifica como: «Otro trastorno obsesivo-compulsivo y relacionado específico». El tratamiento profesional, cuando es necesario, se centra en los factores físicos y psicológicos involucrados en las uñas mordiendo.
Síntomas
La onicofagia, que a menudo provoca daños visibles en las uñas de las manos, puede coexistir con otros trastornos como tirar del cabello o rascarse la piel. Los síntomas son tanto psicológicos como físicos. Las personas que se muerden las uñas crónicamente pueden experimentar:
• Sentimientos angustiosos de inquietud o tensión antes de morder
• Sentimientos de alivio o incluso placer después de morder
• Sentimientos de vergüenza, vergüenza y culpa, a menudo relacionados con la aparición de daños físicos en la piel y las uñas causados por morder
• Daño tisular en dedos, uñas y cutículas
• Lesiones en la boca, problemas dentales, abscesos e infecciones
• En algunos casos, la onicofagia puede conducir a complicadas relaciones familiares y sociales
Morderse las uñas generalmente comienza en la primera infancia, es más común durante la adolescencia y puede continuar hasta la edad adulta, aunque el comportamiento a menudo disminuye o se detiene con la edad.