Que la curcumina, presente en el curry, es un alimento capaz de matar a la bacteria Helicobacter pylori, principal gatillante de la aparición del cáncer gástrico en Chile, es uno de los temas que han surgido en la investigación que está llevando a cabo Manuel Valenzuela, Doctor en Ciencias Biomédicas y actual investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central.
Este dato, entre otros, constituye un aporte importante luego de que en la última edición de la revista The Lancet apareciera que Chile posee las más altas tasas de mortalidad por cáncer de estómago en América y cáncer de vesícula a nivel mundial.
Valenzuela, cuya investigación se focaliza en el cáncer gástrico, busca establecer cuáles son los factores críticos que generan este tipo de cáncer, estudiando la fisiología de la bacteria, los mecanismos moleculares que transforman a una célula gástrica normal en una tumoral, así como el desarrollo de suplementos alimenticios en base a productos naturales que prevengan el cáncer y/o maten la bacteria, como la mencionada curcumina.
“En Chile, encontramos zonas con prevalencias notablemente más altas que el resto del país, como la Región del Maule. Probablemente, existe un factor ambiental que aún no se ha podido establecer. Por ejemplo, la composición química del agua que se consume en esa región podría ser un factor a considerar”, destaca el investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central.
“La inflamación del epitelio gástrico es un elemento importante de la aparición del cáncer, especialmente en el caso del tipo intestinal, en donde el factor inflamatorio principal es la bacteria Helicobacter pylori. Esta bacteria está en el estómago de alrededor del 70 a 80 por ciento de la población chilena”, aclara Manuel Valenzuela.
Esta realidad contrasta con los países desarrollados, en los cuales la prevalencia de la infección por Helicobacter pylori y del cáncer gástrico ha ido en descenso y no representa un problema de salud pública importante como en Chile.
Valenzuela destaca que, además, se ha establecido que los estratos socioeconómicos bajos presentan mayor riesgo de desarrollar cáncer gástrico, “probablemente asociado a un menor acceso a la salud preventiva y mala alimentación, con alto consumo de sal, carnes rojas y cecinas, entre otros”.
“Así, el consumo de frutas y hortalizas, fuentes de moléculas antioxidantes y anti inflamatorias, pueden disminuir el efecto perjudicial de la inflamación del epitelio gástrico”, concluye el investigador de la Universidad Central.