Caer en la rutina dentro del matrimonio o en convivencias largas es, a veces, difícil de evitar. La intención que tienes junto a tu pareja es, desde el primer momento, no llegar a esos extremos en que ya casi la relación funciona por inercia. Pero, luego que te has subido al barco, te das cuenta que el trabajo y las actividades diarias te dificultan un poco la tarea de innovar.
Es entonces cuando surge la idea entre algunas parejas, que cada día son más, en hacer una tregua sexual o, como seguramente escuchaste en una teleserie transmitida por televisión hace meses atrás, un chipe libre.
La idea de la tregua sexual es que durante un tiempo, acordado con tu pareja, no ocurra nada entre ustedes. Tienen el “permiso” de salir con quien quieran, e incluso tener relaciones con otras personas, sin ningún tipo de rencor posterior. Ni tú, ni él, podrán sacar en cara las cosas que hicieron o vivieron en ese tiempo. La pregunta del millón es: ¿sirve realmente?.
La modernidad, y libertad en que ha caído la sexualidad hoy en día, no alcanza a todos. Por esta razón, habrá quienes a la pregunta anterior agreguen otras como ¿es un error? o ¿Se trata sólo de una oportunidad para tener sexo, salir de la monotonía, el aburrimiento, y el acostumbramiento en un matrimonio o convivencia?. La respuesta sólo la tienes tú misma, y tu pareja.
Sin embargo, si aún no das con esa respuesta, te contamos que terapeutas dedicados a la sexualidad femenina aseguran que es un acto equívoco, ya que la relación de pareja no se termina, recordemos que después de esta tregua deben volver a estar juntos, pero sí se daña, y profundamente, aún cuando el acuerdo, como ya dijimos, es no sacar nada en cara.
Pero somos seres humanos con sentimientos, y lo queramos o no, pese a la rutina seguimos amando, porque sólo se trata de cansancio, no de falta de amor. Por esta razón los terapeutas sexuales dicen que acordar esta “tregua” es una mala decisión, “una tirada de esponja”, que sólo logrará agudizar los problemas.
Pero entonces surge la pregunta nuevamente, ¿Sirve este pacto sexual? Todo, dependerá de la pareja. Tal vez si se toma como un juego sin involucramientos, podría constituir una estrategia para la reconquista y eliminar la monotonía. Eso sí, si decides llevarlo a la práctica, este “método” o “free pass”, sólo funcionaría si ninguno de los dos se cuentan las aventuras, porque sí lo hacen, la situación se podría volver intolerable.
La verdad, queridas amigas, es que nadie sabe si sirve o no, los sentimientos no se pueden controlar, y puedes creer que te enamoraste de tu amante, o perder la cabeza por la intensidad de lo que sucede, y eso es peligroso, porque sólo podrías estar disfrutando de lo nuevo. Además, recuerda que todos somos distintos.
Ni tú, ni yo, ni nuestras parejas, podremos ser capaces de saber si a nosotros nos resultará, o si eso nos llevará a una separación, siendo peor el remedio que la enfermedad.
Nadie será capaz de saber si funcionará, hasta que ya lo haya probado. ¿Te atreverías?.
