Para este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) designó como temas principales la salud ocular y el acceso igualitario a la atención oftalmológica.
Bajo el lema “No más ceguera evitable: Salud Ocular Universal”, el próximo 9 de octubre se celebrará un nuevo día mundial de la visión con el objetivo de sensibilizar al mundo sobre la importancia de la prevención y los tratamientos existentes para las enfermedades oculares y la pérdida de la visión, ya que en un 80% son prevenibles, según cifras de la OMS.
Las principales causas de que aproximadamente 180 millones de personas en el mundo sufran alguna discapacidad visual es debido al crecimiento demográfico y al envejecimiento de la población, lo que trae consigo una mayor prevalencia de cataratas y glaucoma.
Por otro lado, las altas tasas de diabetes en la población actual también han provocado una mayor alza de la enfermedad llamada “Retinopatía Diabética”, lo que sin duda, hace altamente probable que en alguna etapa de la vida una persona padezca una enfermedad ocular, especialmente en la tercera edad.
Algo fundamentales a la hora de cuidar la visón son los controles preventivos y las visitas al médico las cuales no se deben olvidar, es por esto que el Oftanmólogo de Puerta del Sol, Sergio Tabilo, explica que una revisión periódica e integral de la vista, incluyendo pruebas de agudeza visual, diversos estudios y mediciones ayudan a prevenir enfermedades oculares graves.
El especialista de Puerta del Sol, recomienda que una persona debe comenzar sus controles oftalmológicos a los 4 años de edad para detectar a tiempo una enfermedad llamada Ambliopía. Y a los 40 años estos deben ser más seguidos ya que la lista de problemas se amplía comenzando con la llamada vista cansada o presbicia. A los 60 aconseja tener un control al año, debido a que pueden aparecen cataratas y otras enfermedades.
En el Día Mundial de la Salud se han identificado las 10 enfermedades más comunes que padecen los chilenos:
Miopía: Se presenta cuando los rayos de luz se enfocan delante de la retina y no directamente sobre ella, haciendo que los objetos lejanos sean difíciles de distinguir. Se corrige con lentes cóncavos que alargan la distancia focal o con cirugía refractiva y se puede dar desde temprana edad.
Hipermetropía: Cuando los rayos de luz proyectan la imagen en un punto detrás de la retina, haciendo que los objetos cercanos se vean borrosos. Cuando la persona es joven puede no tener síntomas y se puede confundir fácilmente con la presbicia. Se corrige con anteojos, lentes de contacto o cirugía.
Astigmatismo: Ocurre cuando hay una deformación en varias partes de la córnea ocasionando que no se forme un foco sobre la retina, y dando una imagen confusa y distorsionada. Los lentes que corrigen este problema son los cilíndricos, que encauzan los rayos de luz hacia un punto focal único. También se puede corregir con cirugía refractiva.
Presbicia: O “vista cansada” y se desarrolla con la edad. Es provocada por el endurecimiento de los cristalinos, que pierden algo de elasticidad. Se corrige con anteojos para ver de cerca o con anteojos bifocales o multifocales, estos últimos también llamados progresivos. En general esta condición aparece después de los 40 años y avanza regularmente hasta más o menos los 65 años de edad, cuando el problema generalmente ya no aumenta más. En algunos casos puede ser operada con cirugía.
Estrabismo: Este padecimiento se caracteriza porque mientras uno de los ojos mira un objeto, el otro se desvía en otra dirección. Esto se debe a una alteración de la inervación de los músculos que mueven los ojos. El problema se corrige mediante el uso anteojos, con parches, ejercicios musculares y en algunos casos por medio de cirugía. Es importante chequearlo en los niños para prevenir el problema en la adultez.
Glaucoma: Es una de las principales causas de ceguera a nivel mundial especialmente en los adultos. Es asintomática y se caracteriza por el aumento de la presión en el ojo. Un diagnóstico oportuno es vital para prevenir la pérdida visual. Se da principalmente en adultos sobre los 40 años.
Cataratas: Es propia de la edad avanzada, aunque excepcionalmente también afecta a jóvenes. Las cataratas se producen cuando el cristalino (lente del ojo), con el paso de los años, se torna opaco y va perdiendo su transparencia ocasionando vista borrosa e incluso pérdida de la visión. Se corrige mediante facoemulsificación más lente intraocular.
Conjuntivitis: La más recurrente es la conjuntivitis alérgica que se da principalmente en los meses de primavera y verano. Es una inflamación de la conjuntiva causada por alérgenos (polen, pasto, polvo, etc) y sus síntomas son picazón, lagrimeo, sensación de arenilla, enrojecimiento ocular y secreción.
Oftalmía neonatal: O también llamada conjuntivitis neonatal. Hay una secreción excesiva de los ojos, la que puede ser acuosa, sanguinolenta, espesa y purulenta. También se pueden hinchar los párpados, e incluso tornar rojos y sensibles. Se da en los recién nacidos y se controla con gotas y ungüentos oftálmicos, antibióticos orales o por vía intravenosa.
Retinopatía diabética: Es el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina del fondo de ojo. Es una complicación de la diabetes y una de las causas principales de la ceguera. El paciente con retinopatía diabética, al principio no notará ningún cambio en su visión, pero con el tiempo, puede empeorar y en algunos casos, llegar a tener muy mala visión en ambos ojos. Las personas que sufren colesterol elevado y las mujeres embarazadas que sufren de diabetes también son pacientes de más alto riesgo. Se puede tratar con láser, con inyecciones de algunos fármacos dentro del ojo y en algunos casos con cirugía. El tratamiento no elimina la retinopatía, pero impide el empeoramiento de la enfermedad.
