Se sabe que los tampones a veces pueden sentirse incómodos. Pero también las toallas higiénicas pueden causar dolor. ¿Toallas higiénicas que irritan? ¿Por qué pasa esto? ¿Y cómo resolverlo?
Sufres rozaduras y / o sarpullido
Incluso las toallas higiénicas más suaves pueden comenzar a irritar. Por ejemplo, porque no las cambias con la frecuencia suficiente. Porque usas ropa que no es transpirable y / o demasiado apretada, lo que causa un ambiente cálido y húmedo allí abajo. O porque practicas intensamente spinning, ciclismo de montaña o equitación.
Cambia tus toallas higiénicas regularmente, incluso si todavía se sienten «secas». La capa antifugas plastificada puede causar condiciones húmedas y cálidas que las bacterias adoran. No uses toallas higiénicas ni protectores diarios todos los días; La superficie absorbente de humedad puede resecar la piel y causar irritaciones. Por último, pero no menos importante: si sufres de sarpullido, prueba con una marca diferente o incluso con un producto completamente diferente, como toallas higiénicas lavables, una copa menstrual, tampones o calzones de época.
Sufres de dermatitis de contacto
La dermatitis de contacto es una reacción que ocurre cuando la piel entra en contacto con ciertas sustancias que la irritan, causando inflamación en la piel. Esto podría ser algo que se encuentre en los calzones o en las toallas higiénicas. Las toallas higiénicas contienen todo tipo de sustancias para que tengan un olor agradable, súper absorbente y un blanco inmaculado.
Estos productos químicos pueden provocar irritaciones, que muestran picazón, enrojecimiento, piel escamosa, sensación de ardor, golpes o ampollas. En la mayoría de los casos, esto se llama dermatitis de contacto irritante. La dermatitis alérgica de contacto, cuando las personas se han vuelto alérgicas a cierto material, es menos común.
El primer paso, por supuesto, es evitar el irritante. En primer lugar, prueba con una marca diferente de toallas higiénicas, a menos alguno que sean hipoalergénicas y sin perfume. ¿No ayuda? Entonces podría ser una buena idea visitar a un médico de cabecera para ver cuál podría ser la causa.