La rehabilitadora oral de la clínica odontológica Norden Dental Care, Carina Fauré, explica que la mayoría de las manchas que se ven en los dientes provienen de lo que ingerimos, ya sean comestibles o bebidas con alto poder de teñirlos. Es por eso que con una higiene realizada por un odontólogo cada 6 meses, en conjunto con una buena higiene bucal personal en casa te permitirán tener los dientes limpios y sin manchas.
Las bebidas y los alimentos demasiado pigmentados (gaseosas oscuras, té, café, vino tinto, betarragas, etc) aceleran la pigmentación de los dientes. Bebe agua, leche o bebidas incoloras o de poco poder de tinción.
Por otro lado, debes cuidar tus dientes de los alimentos y bebestibles ácidos ya que éstos promueven el desgaste de los dientes. Siempre que no tengas posibilidad de cepillarte los dientes después de una comida, trata de que ésta termine con un alimento protector (no ácido), como el queso, un buen vaso de agua o un chicle sin azúcar (masticar por no más de 10 minutos). Esto te ayudará además a no desarrollar caries.
Otra sustancia que mancha mucho los dientes es el tabaco. Evítalo o reduce su consumo, sino cepilla bien tus dientes después de consumirlo. Considera además que el tabaco empeora una enfermedad de las encías activa.
Otra consideración muy importante es cepillar tus dientes antes de acostarte ya que sino todo lo que hayas consumido previamente se pegará a tus dientes provocándole manchas que luego serán más difíciles de remover.
Usa siempre un cepillo de dientes suave. No por usar un cepillo duro lograrás limpiar mejor tus dientes. La evidencia científica ha comprobado que el cepillo suave es lo más eficiente para limpiar tus dientes y dejarlos sin manchas. Además, el cepillado debe ser suave ejerciendo una fuerza máxima de 100 gramos.
Combinar el cepillado con el uso de seda dental evitará la aposición de sarro y manchas entremedio de tus dientes. La única manera de limpiar entremedio de tus dientes es con seda dental.
Si tú ya practicas todos estos consejos y aun así consideras que tus dientes no son blancos, es porque el color intrínseco de ellos es más amarillento.
Para eso, luego de una limpieza profesional de dientes, puedes optar a realizarte un blanqueamiento dental profesional. Pero eso, debe ser indicado por tu dentista para evaluar si está indicado o no en tu caso.
No debes confiar en productos químicos a la venta en farmacias o supermercados ya que puedes generar un daño en tus piezas dentarias si no está indicado. Además, el poder de eficiencia de estos métodos comerciales para todo público es deficiente.
Los productos de blanqueamiento utilizados por los odontólogos son en base a peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) a altas concentraciones por lo cual deben ser manejados con extremo cuidado y siempre en dientes sanos.
El envejecimiento de los dientes a través de los años hace que éstos cambien intrínsecamente de color. Para que vuelvan a tener una apariencia más juvenil y blanca es necesario un blanqueamiento dental profesional siendo ésta su mejor indicación.
Es indispensable dejar pasar un periodo de seis meses entre cada tratamiento. Estos productos están hechos a base de peróxido de hidrógeno por lo que sólo se pueden usar en dientes sanos. Existen también pequeñas tiras que se colocan sobre los dientes una o dos veces por semana durante 15 días.
La limpieza del sarro aclara los dientes porque el dentista llega donde las cerdas del cepillo no.
Evita una limpieza de sarro muy seguida, y no la hagas durante el embarazo o si tienes heridas o caries.