Cuando fallece algún ser querido el dolor nos inunda desde el plano espiritual, hasta el físico, nuestras defensas bajan y la energía anda por los suelos. Es normal sentirse triste, desanimado e incomprendido en los primeros meses de duelo, sin embargo, por nuestra propia salud no podemos dejar que esto se extienda por demasiado tiempo.
Como ya hemos explicado, el cómo llevar el duelo es algo complicado, más aún porque para ser superado debe pasar por una cierta cantidad de fases. Luego de la negación y la rabia advertimos que la tristeza e incomprensión de lo sucedido nos ahogan, este es el momento en el que decimos estar deprimidos.
La depresión, según indica la Organización Mundial de la Salud, “es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”. Puede estallar por varios motivos, en este caso la pérdida de un ser querido.
Existen un sinfín de formas de curar la depresión, algunas más eficientes que otras dependiendo de la persona. Hoy te enseñaremos 5 maneras para que veas si alguna te da resultados para superar la pérdida de esa persona amada.
Psicólogo o psiquiatra
Es una de las maneras más comunes de salir de la depresión. Una terapia psicológica te brindará el apoyo y te quitará la culpa, si es que la sientes. Además el profesional podrá entregarte algunas tareas que, de acuerdo a tu situación particular, podrían ayudarte para superar de manera práctica la depresión que conlleva el duelo.
Los psiquiatras también son muy recomendados. Generalmente en paralelo con la misma terapia psicológica te hacen llevar un psiquiátrica (con medicamentos), así si el problema se encuentra en tu cabeza, por ejemplo, los ansiolíticos podrían disminuir la creación de ciertas hormonas que tal vez estén interfiriendo en tu proceso de curación.
Visita el cementerio
Muchas personas toman como terapia hacer visitas al cementerio. Además de dejar las típicas flores, puedes llevar cartas en las que expreses lo que sientes con la muerte de la persona que fuiste a visitar, luego de leerla en voz alta puedes botarla y nunca más volver a verla, asimilando que esto significa que de a poco te irás deshaciendo de tus sentimientos amargos para cambiarlos por otros más alegres.
Desahógate con tus amigos y familiares
Lo peor que puedes hacer para superar un duelo es intentar llevarlo por ti mismo. Está bien creer que no es problema de nadie y que por eso debes solucionarlo tú, pero nunca está de más el apoyo que tus seres amados podrían brindarte. Quizá sus opiniones no te hagan mucho sentido, pero de todas formas, luego de escuchar los consejos, podemos recurrir a un abrazo que siempre es beneficioso para la salud mental y la tranquilidad espiritual.
Llora todo lo que tengas que llorar
No intentes hacerte el fuerte, todos saben que pasas por un momento difícil y entenderán a la perfección si debes salir de la reunión en la que estás para llorar un poco. A veces hasta los recuerdos más felices nos hacen llorar a mares, pero no debes evitarlo, porque la mejor forma de sacar todo ese dolor que llevas adentro es llorando.
Disfruta de la vida
No te encierres en tu dormitorio a ver cómo pasan los días por tu ventana. Sal y disfruta del clima, de tus amistades o de los lugares que siempre te gusto visitar. No dejes de hacer cosas que te gustaban por sentirte mal, porque es bueno que te distraigas y sigas encaminando tu vida hacia lo que querías que fuera sin detenerte.
Sin duda lo más importante es que no pierdas las esperanzas de que algún día lograrás salir del cuadro en el que te encuentras. No te des por vencida y no escuches estadísticas de en cuánto tiempo deberías sanar, porque cada uno de nosotros tiene una forma diferente de llevar su duelo y todos necesitan de distintos tiempos para superarlo.
Lo ideal es que no sobrepase los dos años, pero si tu sientes que luego de ese tiempo sigues con ganas de llorar, no te detengas. No creas que debes estar bien sólo porque se te acabaron las horas para deprimirte. Lo importante es que, aunque te sientas bajoneada, sigas intentando dar todo de ti para salir adelante.