El cerebro es un órgano que se encuentra “metido a presión” en nuestro cráneo, al estar rodeado de una estructura ósea rígida y cerrada.
Por este motivo, en cuanto aparece un tumor cerebral, los síntomas se presentan en general de una forma rápida y brusca.
Estadísticas
En el caso del glioma, varía según su ubicación y la velocidad con la que se desarrolle esta enfermedad. Sin embargo, en todos los tipos de tumores cerebrales se ha de actuar a tiempo, pues el pasado año se diagnosticaron 4.457 nuevos casos, según los datos del Observatorio del Cáncer.
El glioma
El glioma, que afecta al cerebro y la médula espinal, es un tumor que nace de las células gliales, que actúan de soporte del tejido cerebral. La importancia de ellas reside en que intervienen en el procesamiento de la información del organismo que realiza nuestro cerebro.
Investigación
Se trata de uno de los tumores más frecuentes en España según el Grupo de Investigación en Neurología (GEINO). Si se han diseminado al cerebro procedentes de otra localización extracerebral, estaríamos hablando de un tumor metastásico, que son 10 veces más frecuentes que los tumores cerebrales primarios, que se originan de las propias células que componen las distintas estructuras cerebrales.
Aunque en ambos casos pueden llegar a ser potencialmente mortales. Y es que solo un 5% de los pacientes consiguen sobrevivir a cinco años, según una investigación de la Clínica Mayo.
Diagnóstico
En estos tipos de tumores cerebrales, la biopsia es la única manera segura para que el médico nos diagnostique el glioma. Aun así, se evita este extirpación del tejido para examinarla en el caso de los niños, pues los resultados no varían las opciones de tratamiento y el procedimiento puede implicar graves riesgos para su salud.
Síntomas tempranos
Los síntomas varían según el tipo de glioma del que se trate, además del tamaño y la ubicación del tumor.
Sin embargo, sí que existen signos comunes que nos ayudan a detectar esta enfermedad. Por ejemplo, el dolor de cabeza y las náuseas pueden servirnos como indicios para estar alerta. Esta sensación también se incrementa con los problemas de equilibrio que puede causar el glioma.
Otro de los cambios que se produce es la pérdida de la visión periférica. Aunque no en todos los casos resulta ser así, pues una visión borrosa o doble igualmente se consideran síntomas a tener en cuenta. Estas dificultades también pueden repetirse a la hora de hablar.
Aunque, como no podía ser de otra forma, si en algo afecta este tipo de tumores es al cerebro. No solo debemos prestar atención a la pérdida de memoria ocasionada por la disminución de la función cerebral, ya que estos cambios pueden darse también en nuestra personalidad, causando un aumento de la irritabilidad.