Mañana se celebra el Día Mundial del Café, fecha en que se reconoce la ardua labor de los productores del grano y que también se aprovecha para promocionar las distintas variedades del producto. Un nutricionista explica las propiedades de esta apetecida bebida, quiénes pueden –y no pueden– consumirlo y cuántas calorías aporta según su preparación.
De acuerdo a la Organización Internacional del Café, el consumo mundial durante el 2015 fue de 152,1 millones de sacos, lo que representa un aumento sólido respecto a las cifras del 2014 (150,3 millones). Además, se estima que al menos el 30% de la población mundial consume una vez al día una taza. Pero, ¿es bueno beber tanto café?
“El café es una bebida obtenida a partir de la infusión de granos de café tostados, la que se puede encontrar en diferentes formatos. Una de las principales características de esta bebida es ser utilizada como estimulante, para poder conseguir una mejor concentración, ya que actúa sobre el sistema nervioso central. Otra de sus características beneficiosas es su alto aporte de antioxidantes, los cuales podrían ayudar a evitar daños en la salud cardiovascular”, indica Edmundo Rodríguez, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.
La relación entre esta bebida (y su principal componente, la cafeína) y las enfermedades cardiovasculares no está claro. Mientras algunos estudios aseguran que constituye un riesgo, otros afirman que incluso puede ser beneficioso. Lo cierto es que los médicos indican que su consumo puede provocar problemas de insomnio y de presión arterial.
“No puede ser bebido por todos, ya que uno de los componentes principales es la cafeína, un compuesto activador del sistema nervioso central que causa vasoconstricción en las arterias, aumentando significativamente la presión arterial. Además, está contraindicado para personas que sufren problemas al estómago, ya que es un irritante de la mucosa gástrica y también deben evitarlo personas que sufren de insomnio, ya que al ser un estimulante produce problemas para conciliar el sueño”, explica el nutricionista.
Según una encuesta elaborada por De’Longhi el año pasado, los chilenos consumen en promedio 2,5 tazas al día, el 74% de ellas en el hogar y en el trabajo, repartidas equitativamente durante la mañana y la tarde.
“Estudios demuestran que consumir 300 ml. de café al día (1 taza y media o 1 tazón) podría relacionarse con un efecto protector de la salud cardiovascular. No obstante, un consumo de 600 ml. al día (3 tazas o 2 tazones) puede aumentar los daños en nuestro cuerpo”, advierte el especialista de la U. del Pacífico.
Hay muchos que abusan de su efecto “despertador” y toman varias tazas al día, lo cual podría ser perjudicial para la salud. “Al tomar más de la dosis recomendada, se pueden producir efectos de intoxicación por cafeína, con síntomas como confusión, dificultad respiratoria, vértigo, aumento de sed, orina aumentada, latidos cardiacos irregulares, temblores y, además, se pueden presentar malestares estomacales como dolor e inflamación gastrointestinal. Un exceso del mismo a largo plazo puede aumentar los riesgos de sufrir hipertensión arterial y tener triglicéridos altos”, alerta Rodríguez.
Cuidado con las calorías
Otro punto a tomar en cuenta es la cantidad de calorías que aportan los diferentes tipos que se ofrecen en el mercado. Los distintos sabores y la leche que se utiliza determinan cuántas calorías entregan, las cuales pueden ir desde cero a más de 430.
“En sí casi no aporta calorías, no obstante al ser saborizados las aumenta. Hay que tomar en cuenta que cada cucharadita de azúcar suma 20 kilocalorías y al agregar leche u otros saborizantes, como crema o chocolate, las calorías van aumentando”, apunta el docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Edmundo Rodríguez.
Así, considerando el aporte calórico aproximado de un tazón (355 cc), el expreso o americano tiene 0 kcal, el café cortado con leche descremada 6,3 kcal, el café cortado con leche entera 10,4 kcal, el café con leche descremada 142 kcal, el café con leche entera 220 kcal, el cappuccino con leche descremada 72 kcal, el cappuccino con leche entera 150 kcal, el café mocha descremado 352 kcal, el café mocha con leche entera 430 kcal, el café vainilla latte descremado 202 kcal y el café vainilla latte con leche entera 280 kcal, según datos de una popular marca de café (Starbucks).
Asimismo, en el caso del café envasado, una porción de café tradicional tendría 5 kcal, de café vainilla 74 kcal, de cafe mokaccino119 kcal, de Latte 78 kcal, de cappuccino 53 kcal y de descafeinado 1 kcal.