Podríamos definir a los labios como los puntos de exclamación del rostro y por tal motivo requieren de unos cuidados muy específicos, ya que su capa exterior es mucho más débil que la del resto de la cara por lo que su función de protección es menor eficaz ósea en otras palabras es más propensa a deshidratarse y trae como consecuencias la descamación, tirantez y pequeñas grietas.
¿Por qué se origina la resequedad en los labios?
Las causas más generales que originan la resequedad en los labios y que además luzcan agrietados son las siguientes:
- Exposición a vientos fríos y secos, y baja humedad ambiental.
- Sobreexposición al sol.
- Falta de vitaminas, especialmente A, B y C.
- Deshidratación.
- Mala digestión.
- Uso excesivo de jabones duros.
- Trastornos cutáneos, deficiencia de riboflavina y algunas enfermedades.
- Fumar y beber alcohol en exceso.
- Algunos productos para la higiene de la piel.
Pero tranquila que todo en esta vida tiene solución y nosotras queremos enseñarte cómo puedes evitar la resequedad en los labios, así que sigue leyendo que a continuación traemos para ti unos excelentes tips que te ayudaran a ir venciendo poco a poco los males que atacan al cuerpo.
- Es importante que no te humedezcas los labios con la lengua cuando los sientas secos: el alivio es sólo temporal y, por si fuera poco, falso, pues cuando se evapora la saliva, los labios quedan aún más secos.
- La norma parece clara: mantenerlos hidratados es básico. Lleva siempre a mano una vaselina o cacao, sobre todo en climas secos o cuando hace viento.
- Usa labiales muy cremosos, evitando las fórmulas de larga duración, que suelen ser menos emolientes.
- Si quieres, puedes usar un cepillo de dientes viejo para, cada noche, frotar con ellos los labios para así ejercer una suave exfoliación que ayude a eliminar los pellejitos. Sin embargo, en ocasiones esta medida resulta demasiado agresiva, y basta con frotar la piel de los labios con una toalla.