La vasculitis es una inflamación de los vasos sanguíneos. La inflamación puede engrosar las paredes de dichos vasos, lo que reduce el ancho del conducto interior de estos. Si se restringe el flujo sanguíneo, los órganos y los tejidos pueden dañarse. De acuerdo con el portal web Mayo Clinic.
Hay muchos tipos de vasculitis y la mayoría es poco frecuente. La vasculitis puede afectar a un solo órgano o a varios. La afección puede ser de corta o larga duración.
Esta patología puede afectar a cualquier persona, aunque algunos tipos de vasculitis son más frecuentes entre ciertos grupos etarios. Según el tipo que tengas, es posible que mejores sin tratamiento. La mayoría de los tipos requieren medicamentos para controlar la inflamación y evitar los brotes.
Síntomas
Fiebre
Dolor de cabeza
Fatiga
Pérdida de peso
Molestias y dolores generales
Otros signos y síntomas se relacionan con las partes del cuerpo afectadas y abarcan los siguientes:
Aparato digestivo
Si el estómago o los intestinos están afectados, quizás sientas dolor después de comer. Es posible que se produzcan úlceras o perforaciones y, como consecuencia, que haya sangre en las heces.
Oídos
Es posible que sufras mareos, zumbidos en los oídos y pérdida auditiva abrupta.
Ojos
La vasculitis puede provocar que los ojos se vean rojos, piquen o ardan. La arteritis de células gigantes puede provocar visión doble y pérdida temporal o permanente de la visión en uno o ambos ojos. A veces este es el primer signo de la enfermedad.
Manos o pies
Algunos tipos de vasculitis pueden causar entumecimiento o debilidad en una mano o en un pie. Las palmas de las manos y las plantas de los pies pueden hincharse o endurecerse.
Pulmones
Es posible que te falte el aire o incluso tosas sangre si la vasculitis afecta los pulmones.
Piel
El sangrado debajo de la piel puede verse como manchas rojas. La vasculitis también puede provocar protuberancias o llagas abiertas en la piel.
Cuándo debes consultar a un médico
Programa una cita con el médico si tienes signos o síntomas que te preocupan. Algunos tipos de vasculitis pueden empeorar rápidamente, por lo que el diagnóstico temprano es clave para obtener un tratamiento eficaz.
Causas
La causa exacta de vasculitis no se comprende en su totalidad. Algunos tipos de vasculitis están relacionados con la composición genética de la persona. Otros se deben a que el sistema inmunitario ataca las células de los vasos sanguíneos por error. Los posibles desencadenantes de esta reacción del sistema inmunitario son los siguientes:
Infecciones, como la hepatitis B y la hepatitis C
Cánceres de la sangre
Enfermedades del sistema inmunitario, como artritis reumatoide, lupus y esclerodermia
Reacciones a ciertos medicamentos