Si deseas rebajar los kilitos de más que te dejan las festividades decembrinas, puedes tener como propósito de Año Nuevo aplicar la dieta cetogénica. Aquí te explicaremos en qué consiste y si te conviene llevarla a cabo.
Dieta cetogénica
Es una dieta estricta de alto contenido en grasa y baja en hidratos de carbono que puede reducir y, a veces, detener por completo las crisis epilépticas.
Científicos indican que se llama “cetogénica” porque fabrica cetonas en el cuerpo. Estas últimas son usadas por el cuerpo cuando usa las grasas para obtener energía.
Investigación
Diversos estudios científicos han llegado a la conclusión de que una dieta baja en carbohidratos, pero alta en grasas, puede ser más eficaz para perder peso a corto plazo que una baja en grasa.
Este plan de alimentación consiste en un 80% de grasas, un 15% de proteínas y solo un 5% carbohidratos. Es decir, alguien que consuma 1.500 calorías al día, solo comerá 19 gramos de carbohidratos.
La dieta se basa en la idea de que cuando uno quema calorías de los carbohidratos, el cuerpo comenzará a quemar grasa para obtener energía, entrando en un estado llamado cetosis.
Qué debes saber
La dieta cetogénica puede contribuir a la pérdida de peso, a la reducción del colesterol malo y de la glucosa, además, del aumento del colesterol bueno.
Aunque la dieta cetogénica es segura para las personas saludables, puede que aparezcan algunos efectos secundarios hasta que el cuerpo se adapte.
En principio, este régimen provoca una disminución en la energía y en la capacidad mental, un incremento en la sensación del hambre, problemas de sueño, náuseas, malestar digestivo y disminución del rendimiento en el ejercicio.
Para minimizar este problema, puedes seguir una dieta estándar y baja en carbohidratos durante la primera semana. Esto podría enseñarle al cuerpo a quemar más grasa antes de que elimine los hidratos de carbono por completo.
Una dieta cetogénica también puede cambiar el equilibrio del agua y minerales del cuerpo, por lo que puede añadir es recomendable un extra de sal a las comidas o tomar suplementos minerales.
Al menos al principio es importante que coma hasta que se sienta saciado y evite restringir demasiadas calorías. Normalmente, la dieta cetogénica provoca pérdida de peso sin una reducción calórica intencional.
Beneficios y efectos a largo plazo
Sus defensores afirman que utiliza una fuente de cetonas “más limpia” para obtener energía que los carbohidratos de combustión rápida, por lo que proporciona vitalidad y podría mejorar el estado de ánimo.
Ayuda a reducir los triglicéridos en la sangre y elevar el colesterol HDL o bueno en el organismo; traduciéndose así en una menor presencia de factores de riesgo cardiovascular.
Se le atribuye la reducción en los síntomas de demencia y un retraso en el deterioro cognitivo.
Detractores
Los que se oponen a la dieta sostienen que la acumulación de cetonas a largo plazo puede ser perjudicial para la salud, ya que son fuentes de combustible “de emergencia”.
Las cetonas son moléculas con carga negativa, lo que significa que son ácidas. El cuerpo utiliza el calcio de los huesos para eliminar el ácido.
Se trata de una dieta desequilibrada por el alto consumo de productos animales, que no protegen de enfermedades como el cáncer, la diabetes, etc.
Contraindicación
Gracias a todos los estudios a los que ha sido objeto este plan de alimentación, se indica que existen riesgos de deshidratación, estreñimiento y cálculos renales.
Los hidratos de carbonos ayudan a retener líquidos en el cuerpo. Cuando se excluyen los de la dieta se excretan más líquidos en la orina.
Por lo tanto, es vital beber mucha agua para evitar el estreñimiento y síntomas como la fatiga, los dolores de cabeza y musculares, que a menudo son causados por la deshidratación y la pérdida de electrolitos.