Seguramente te ha pasado que despiertas varias veces seguidas poco antes que tu despertador suene, o lo haces unos minutos antes de que así sea.
Quizá también te ha ocurrido que los fines de semana, aún teniendo la posibilidad de despertar y levantarte tarde, has despertado a la misma hora que lo haces durante la semana. En este último caso, nadie niega la sensación placentera que significa el saber que podemos seguir junto a nuestra querida almohada. Sin embargo, esto tiene una explicación.
Según explican varios estudiosos del sueño, esto se explica debido a que el cuerpo es tan consciente de sus necesidades que intenta despertarse de forma gradual, y para prepararse para una nueva jornada, durante las última etapas del sueño, liberan ciertas hormonas que están relacionadas con el estrés.
Se han realizado investigaciones que demuestran que los niveles de la hormona adrenocorticotropina (o ACTH) aumentan en la sangre cuando la persona se queda dormida esperando despertarse a cierta hora concreta en la mañana.
Entendidos en la materia a lo ancho del mundo, aseguran que todas las personas cuentan con relojes internos, diferentes en cada persona, pero que se sincronizan con el ciclo natural del día (luz y oscuridad). Las diferencias de este “reloj” se basan principalmente por la presencia del gen KDM5A conocido como “gen despertador”, el cual según un estudio de 2011, podría ayudar a explicar el que algunas personas suelan despertarse más temprano.
Un experto agrega que “En realidad, este gen específico forma parte de una red de genes que funciona básicamente como un reloj”. “No está fabricado con piezas mecánicas, sino con componentes moleculares, pero tiene exactamente el mismo funcionamiento que un reloj”.
Es así como nuestro reloj programado para un horario durante varios días, no se modifica en tan sólo el fin de semana. Explicando además que cuando pasamos mucho tiempo de vacaciones, después nos cueste tanto regresar al ritmo habitual, pues nuestro sistema se sincronizó para despertar tarde.
