Toma té o café:
Hay estudios que señalan que el EGCG, un antioxidante que está en algunos tipos de tés puede acelerar el metabolismo. Una investigación hecha en mujeres demostró que consumiendo 250 ml. de té oolong o té verde aceleraba el metabolismo en un 10 y un 4 por ciento respectivamente, durante dos horas. El té también tiene cafeína, que contribuye con el metabolismo. ¿Qué otras opciones tienen cafeína? El café y las bebidas energéticas.
Come más proteínas:
Las proteínas son excelentes quemadoras de calorías. Esto ocurre porque se necesita más energía para digerirlas que para digerir los carbohidratos y las grasas. Además, ayudan a desarrollar y mantener la masa muscular, ten en cuenta que entre más masa muscular tengas, más calorías vas a quemar, incluso en reposo.
Cuando comes proteínas, el azúcar se absorbe más lentamente, lo que ayuda a mantenerlo equilibrado. Preocúpate de que el 30 por ciento de las calorías que consumas al día provengan de alimentos que sean ricos en proteínas, como leche y yogurt descremados, huevos, carnes magras, nueces y almendras.
Toma cosas heladas:
Si estás deshidratada, todas las funciones de tu cuerpo serán más lentas, incluyendo el metabolismo. Recuerda tomar ocho vasos de agua al día, y si bebes más, podrías incluso acelerar el metabolismo. ¡Tómala helada! Se supone que cuando el agua está fría, se queman más calorías, porque el cuerpo necesita más energía para calentarla.
Come más seguido, pero en porciones más pequeñas:
Dejar de comer no es la solución para adelgazar, porque al privarse de tantas calorías, se está “engañando” al cuerpo, como cree que le va a faltar comida, entonces va a detener el proceso de metabolismo, y finalmente, el cuerpo sólo se va a asegurar de mantener sus reservas de grasa. En cambio, si comes más seguido, el metabolismo se va a acelerar y va a mantenerse elevado durante todo el día quemando calorías.
Cuando consumes alrededor de cinco comidas saludables, de entre 300 y 500 calorías, cada cuatro horas, el metabolismo se va a mantener activo todo el día.
Levanta pesas:
El entrenamiento con pesas de mano o máquinas de resistencia ayuda a crear músculos (y eso quema calorías). Después de diez semanas de ejercicios básicos con pesas –unas dos o tres veces a la semana- tu tasa de metabolismo basal podría aumentar en un 6 por ciento, y estarías quemando entre 75 y 100 calorías al día.
Para desarrollar músculo haz al menos una serie (de entre 12 y 15 repeticiones) por cada sesión de 30 minutos de ejercicios. Concéntrate en muslos, abdominales, brazos, espalda y pantorrillas. Trata de subir hasta hacer entre dos y tres series por sesión.
Introduce especias exóticas en tu comida:
El ají y las semillas de mostaza ayudan al acuerpo a quemar más calorías, porque contienen un compuesto llamado capsaicina. Una investigación concluyó que consumiendo una cucharada de mostaza y casi una cucharadita de salsa de ají, el metabolismo se eleva aproximadamente un 25 por ciento.
Come temprano:
Expertos dicen que después de ocho o más horas sin comer, el cuerpo detiene el metabolismo. Y es el desayuno lo más importante, ya que es la comida que prende nuevamente el metabolismo. Un desayuno inteligente debería estar compuesto por un 50 por ciento de carbohidratos complejos, 30 por ciento de proteína y 20% de grasa. Ahora, si no tienes tiempo para calcular el desayuno perfecto, siempre puedes prepararte unas tostadas de pan integral con mantequilla light, o quesillo con fruta. También puedes preparar un batido con yogurt bajo en grasas, proteína en polvo, fruta y nueces.
Consume vitamina B:
La vitamina B realmente son un grupo de vitaminas, y son las que ayudan a poner en marcha el metabolismo. Las más importantes para incluir en la dieta son la B-6, que se encuentra en garbanzos y pavo; B-12, que puedes encontrar en la carne roja, salmón y sardinas; Tiamina o B-1, presente en el arroz y el cerdo; Niacina o B-3, que hay en el pollo, la tuna y el trigo entero; y el Folato o B-9, que puedes encontrar en las lentejas y la espinaca.
Cambia tu rutina de ejercicios:
Combinar y alternar ejercicios de alta intensidad, como saltar o correr, con otros menos intensos, tales como trotar o caminar de prisa, acelera el metabolismo mucho más que cuando se hace sólo un tipo de ejercicio cardiovascular. El truco, trabajar intensamente durante tres minutos, luego bajar la velocidad y andar a un paso más cómodo por otros tres, alternando por lo menos cuatro veces en un período de media hora.