El cuidado de los pies es algo que se olvida casi la mitad del año, sin embargo, apenas llega el calor comenzamos a mirarlos y descubrimos que ¡oh sorpresa!, no están tan bellos como esperábamos.
Para tener pies perfectos en el verano basta con darles unos minutos al día mientras estás en la ducha, unos cortos masajes antes de dormir o realizar la pedicura un par de veces al mes. Sigue estos sencillos consejos con los que podrás tener lindos pies cuando llegue el momento de lucir sandalias o andar descalza durante las vacaciones.
Cuidado de los pies
Además de cuidar los pies en la ducha y con los masajes, es importante que todas las noches, antes de acostarte, los laves para quitar el polvo que se pudo acumular o la transpiración. Si sudas mucho, trata de enjuagarlos también con agua fría.
Cuando realices la exfoliación corporal, tampoco puedes olvidar los pies; al llegar el verano agradecerás haber seguido esta rutina. Aunque siempre lo repiten, nunca está de más recordar secar muy bien los pies antes de ponerse zapatos para evitar los hongos que producen mal olor y destrozan las uñas.
Cuando te bañes, aplica jabón neutro porque la piel de los pies es sensible y se reseca con facilidad. El talón es una de las partes más importante y debes frotarlo con la punta de los dedos, de modo que la uña y la yema lo acaricien, también puedes hacerlo con una lima para pies o una piedra pómez.
Procura limpiar muy bien la separación entre los dedos, ya que es una zona que acumula humedad durante el día. Una vez que salgas de la ducha, sécalos cuidadosamente y aplica una crema hidratante.
¿Pies hinchados?
Muchas mujeres tienen problemas de retención de líquidos y pies hinchados por fatiga o tensión, por lo que un masaje después de la ducha o tras lavarse en la tarde; aliviará enormemente estos malestares.
Comienza presionando suave con la yema de los dedos de la mano desde la punta de los pies hasta el tobillo, mientras el pulgar acaricia la parte superior del pie, el resto de la extremidad recorre la planta.
Algunas formas de ejercitarlos son pasear descalza en la playa, caminar de puntillas y tratar de controlar una pelota de tenis con la planta del pie.
¡Pies al agua!
Prepara un lavatorio con agua agua tibia, que tenga sal y jabón neutro, y coloca luego tus pies por alrededor de diez minutos. Fíjate que las uñas estén sin esmalte, ya que luego de este proceso y tras secar los pies, deberás cortarlas de modo recto y pulirlas con una lima de cartón.
Respecto a las cutículas, córrelas hacia atrás con cuidado. Pasa la lima por el talón, la base y los laterales del pie, para después aplicar una crema hidratante. Las uñas tienden a ponerse amarillas en el verano, así que emplea esmalte después de la loción.