Si antes creíamos que pertenecer al mundo de las nuevas tecnologías era ser “nativos tecnológicos”; hoy, ese concepto ha sido desplazado por la IGeneration.
¿Qué es realmente la IGeneration?
Está compuesta por niños que nacieron a fines de la década de los noventa y después del año 2000 y su modo de pensar está directamente influenciado por la letra “i”. I de iPhone, de iPad, de iPod y de Nintendo Wii, en simplificadas palabras de artefactos tecnológicos modernos.
Una de las características de sus actitudes es el contacto directo o telefónico con las personas también llamado el “multitasking”, es decir, la capacidad de hacer muchas cosas a la vez; y el “texting”, o sea, comunicarse vía mensajes de texto.
Segun estudio realizado por el psicólogo y profesor de la Universidad de California Larry D. Rosen, señala que estos niños son totalmente diferentes a los de las décadas pasadas y los profesores deben comprender eso para entrar en sintonía con ellos y obtener un aprendizaje eficaz.
La “I” de individuo y de yo en inglés, está cambiando el modo en que los niños piensan y lo que esperan para su futuro así nos explica en una entrevista a la revista Ya de El Mercurio.
Ejemplo:
Una niña de 14 años con una mamá de 40 en donde la diferencia entre una generación y otra es que la madre usa la tecnología como una herramienta (buscar datos o revisar su correo electrónico) pero la adolescente en cambio no ve la tecnología como una herramienta, sino que está conectada las 24 horas del día y la ve como su vida, como su aire.
Para el autor, nosotros no pensamos en el aire que respiramos, tal como la IGeneration no piensan en la tecnología que usan, simplemente la han interiorizado.
Dentro de sus características se destaca:
- Ven poca televisión y si lo hacen es a través del streaming que les proporciona Internet.
- Tienen poca paciencia, ya que están acostumbrados a tener todo al instante.
- Reciben más información que cualquier otra generación anterior.
- Se comunican por medio de mensajes de texto lo que los ha llevado a desarrollar un lenguaje exclusivo con abreviaciones que sólo ellos comprenden.
Contrario a lo que la mayoría pensaría, esta práctica para Rosen significa que
“El sólo hecho de escribir, no importa cómo, no daña la escritura, sino que ayuda a desarrollar un nuevo tipo de ella. Incluso algunos estudios revelan que esta práctica contribuye a una mejor expresión del adolescente al momento de redactar un ensayo. Sorprende, pero es verdad”.