Ya hemos explicado en entradas anteriores la importancia de mantener una autoestima óptima. Ahora te entregamos las herramientas para que puedas mejorarla y sacar de tu cuerpo y mente esos episodios que te hicieron sentir mal en el pasado, a través de la meditación.
Toma unos minutos de tu tiempo, puede ser después de la ducha para que te sientas limpio y libre, sin presiones. Elige un lugar tranquilo, callado y apartado en el cual puedas meditar un rato. Recuerda apagar tu celular y, en lo posible, desenchufar todos los aparatos eléctricos para que sus señales no interfieran en tu momento privado.
Siéntate en posición de meditación, con las piernas cruzadas (las manos pueden descansar sobre tus rodillas si lo deseas), respira hondo por la nariz y relaja completamente tu cuerpo. Siéntete consciente de tu respiración y los latidos de tu corazón, de a poco imagina ese suceso que te molestó. El día en el que te molestaron por tu físico o por un comentario mal entendido, tenlo presente y analiza cómo actuaste en esa ocasión.
No esperamos que te castigues, sino todo lo contrario. Toma el pensamiento, tus actos y el momento incómodo y expúlsalos de tu cuerpo. Descansa como si no hubiera pasado y cálmate con frases motivacionales: “Yo puedo actuar mejor”, “Puedo lograr lo que sea con las herramientas que tengo”, “Soy perfecto tal cual soy”. Las que se te ocurran que cumplan el mismo cometido.
Ahora que tienes la teoría, comienza a practicar. Verás cómo luego de terminada la meditación te sentirás más liviano, con un peso menos sobre la espalda y con la autoestima más elevada.
Imágen: Flickr de RelaxingMusic