En la actualidad la aguja del reloj biológico que despiertan el instinto materno de las mujeres cada vez se retrasa más. Esto puede ser causado por las múltiples ocupaciones que desempeña una mujer moderna, el verse realizada en el plano profesional, algo que va en contra de la posibilidad de ser madre.
Por ello, es realmente importante conocer a fondo los posibles riesgos de ser mamá a partir de los 35 años.
Investigación
De acuerdo con recientes estudios médicos, la edad promedio en la que se tienen hijos ronda los 30 años (de 29 a 30 para ser exactos).
Otros estudios hablan de que un 30% de las mujeres tienen su primer hijo pasados los 35 años, o de que un tercio de ellas no ven un problema ser madre cumplido los 45 años. Pues bien, aunque no hay una edad idónea definida para traer un bebé al mundo, si convienen conocer los riesgos o posibles complicaciones de hacerlo superada una cierta edad.
La fertilidad a los 35 años
Las tasas de fertilidad disminuyen notablemente con la edad (a partir de los 35 años el porcentaje de posibilidades de conseguir un embarazo es de un 10% mensual, que desciende al 1% después de los 45 años). A pesar de esto, muchos embarazos tardíos ocurren sin que se hayan planificado.
A finales de 2009, por ejemplo, una mujer española dio a luz a su primera hija cuando ya había cumplido sus 46 años y, lo más sorprendente del caso, sin que hubiera sido consciente en ningún momento de estar embarazada, hecho que descubrió tres días antes del parto cuando acudió a su médico de familia porque se encontraba cansada y tenía un bulto en el vientre.
Esta mujer, que llevaba más de 20 años casada y deseando tener descendencia, no es la única que lo consigue de forma natural y por sorpresa pasado los 40 años.
Ser madre después de los 35 años
A partir de cierta edad, las mujeres suelen planificar el embarazo y, cuando se presentan dificultades, recurren a los tratamientos de estimulación ovárica o a las técnicas de reproducción asistida.
Cualquier mujer que desee quedarse embarazada, con independencia de su edad, debería adoptar una serie de medidas antes de la concepción que mejoraran su estado de salud y disminuirán la posibilidad que se presenten complicaciones durante el embarazo.
Esto es especialmente importante cuando la futura madre tiene más de 35 años, porque hay estudios que relacionan el incremento de la edad materna con una mayor incidencia de complicaciones como preclamsia, diabetes gestacional, hemorragias y partos prematuros o por cesárea.
La realidad es que el envejecimiento afecta todo el organismo y con la edad somos más propenso a sufrir ciertas afecciones como la hipertensión arterial o diabetes.
Una mujer de 30 años obesa y fumadora, por ejemplo, puede presentar un mayor riesgo obstétrico que una mujer de 40 años sin enfermedades previas, con un peso adecuado y hábitos saludables. Por lo tanto, es necesario, tomar cada caso individualmente.
