Al mediodía, simple y/o temática. Así es actualmente la celebración de una boda en Chile. Como los novios costean la ceremonia y la fiesta, todo es a su gusto. El lujo y exageración ya están pasando de moda.
Con la segunda quincena de octubre llega la temporada alta de los matrimonios. Pero hoy, desde el vestido de novia hasta la fiesta, ha cambiado mucho. Si antes el lujo y los grandes eventos era lo esperado, actualmente la tendencia va hacia la simpleza.
La búsqueda de lo simple y cómodo va acorde con la personalidad de las nuevas generaciones que ahora contraen matrimonio. “Antes eran los suegros los que pagaban y organizaban los matrimonios de sus hijos. En cambio hoy es la pareja de novios la que costea todo y por ello decide cada detalle del evento. Es por eso que la tendencia actual va hacia lo simple, lo íntimo, lo que los jóvenes quieren”, comenta Jorge Nilo, docente de la carrera de Dirección y Producción de Eventos de la Universidad del Pacífico.
Lo primero a definir en la organización de un matrimonio es el lugar. “Los novios escogen el lugar y buscan plasmar lo que les gusta en ese espacio. Buscan un lugar lindo y que refleje los gustos de la pareja. La playa o el campo son escogidos recurrentemente, donde no está todo el lujo que antiguamente se buscaba. Son eventos simples, con pequeños detalles que no caen en la exageración”, asegura Nilo.
La decoración del sitio del evento es fundamental y entrega el estilo de la celebración. Siguiendo la línea de la simpleza y lo natural, la tendencia es la utilización de recuerdos y elementos decorativos manuales. “Las flores son un elemento clásico en el matrimonio, que sobrevive a todos los cambios. Los tonos claros y mesas limpias, sin tantos tenedores y copas, son preferidos actualmente. Es una mezcla más casual y se valoran las decoraciones manuales”, señala el experto.
La comida de la boda también ha sufrido cambios. “Ya no es el gran buffet con muchas entradas y platos, sino que hoy se busca un plato conocido por todos pero muy bien preparado. Una comida tradicional es bienvenida”, dice el docente de la Universidad del Pacífico.
El horario tampoco es el mismo de antaño. Hoy un porcentaje importante de matrimonios se realiza al medio día, para luego pasar a disfrutar de la fiesta. “Prima el ambiente de relajación; esto se ve en el horario y en el traje de la novia y también de los invitados”, dice Nilo.
La fiesta es una parte fundamental del evento y por ello se destinan bastantes recursos. “Aunque hay de todo y depende de la familia, la mayoría de los novios hoy busca lo simple, lo que responde a un joven hipercultural que mezcla estilos, que quiere algo sencillo, donde la gente invitada y ellos lo pasen bien, evitando el estrés de todo lo que conlleva una gran y compleja boda”, explica el productor de eventos.
Otra de las tendencias actuales son las bodas temáticas. Entrar con un boleto de avión (invitación) y registrarse (hacer check-in) sería solo el principio de una entretenida fiesta organizada entorno al concepto de viaje. Las hay sobre barcos, películas, países, etc.
“Hoy se busca ser distinto y hay propuestas interesantes. Lo que se impone es la primicia: ‘lo que pienso y me gusta, lo hago en mi matrimonio’. Hay muchos tipos de fiestas de bodas y hay un público para cada estilo de decoración y del evento en sí. Un rockero, por ejemplo, sería feliz casándose en un lugar decorado de manera oscura con platos de plata”, señala el especialista de Dirección y Producción de Eventos de la Universidad del Pacífico.