No es un mito urbano. La intuición sí existe y podría ser incluso mejor que la lógica para tomar decisiones. Una psicóloga explica de qué se trata este “estado mayor de conciencia” y su diferencia con lo que se conoce como instinto.
Cuando en enero de este año la Presidenta Michelle Bachelet dio la entrevista a BBC Mundo, un medio de comunicación británico de gran reconocimiento, habló de numerosos temas importantes, entre ellos el de su hijo Sebastián Dávalos y el Caso Caval, y su decisión de volver a ser candidata para la Presidencia. Sobre esto último, comentó que “tuve la sensación que me decía ‘deberías quedarte en la ONU’, pero al final volví por mi convicción”.
De allí surgieron múltiples críticas con respecto a la ‘intuición’, argumentando que esa sensación no tenía relación con la imagen de liderazgo que debe tener una Mandataria de un país. Bachelet respondió que desde ese momento aprendió a no utilizar más dicha palabra, porque cae en la discusión de género. “Hay montón de machismo entre medio (…) Cuando la gente habla de intuición suena como, perdone que diga, como a mina, como hormonal. La verdad es que cuando uno dice eso es que hay algo, una señal que le envía. Yo entonces aprendí que no tengo que usar esa palabra, porque si se permite usarla para denostar a las personas, entonces yo no la uso”, comentó la Presidenta de la República a un medio nacional.
En el ambiente cotidiano es frecuente escuchar la llamada ‘intuición femenina’, pero ¿a qué nos referimos con intuición concretamente?
“Las críticas que recibió son producto de que estamos insertos en una sociedad occidental, racional, positivista y empirista, en la cual, de todas las facultades del ser humano, la intuición es la más desacreditada. La intuición es una función psicológica básica que todos los seres humanos poseemos, que nos permite ser y estar en el mundo. El término tiene que ver con que uno en algunas ocasiones puede realizar una captación total y profunda de una situación que permite ver todo en forma global. En como si todo encajara en un segundo; amplía tu estado de consciencia. Es una percepción que va más allá de lo racional”, describe Carmen Gutiérrez, Directora de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.
La Presidenta Michelle Bachelet aseguró que las críticas parten desde el machismo, ya que cuando un hombre dice que siguió sus ‘instintos’ es aceptado, pero cuando una mujer habla de intuición, se ve hormonal, de mina. La psicóloga Carmen Gutiérrez explica que intuición e instinto no son lo mismo, pero que las personas tienden a confundir las acepciones.
“El instinto habla de un patrón de comportamiento que está regido por la biología. Es muy probable que cuando los hombres hacen el comentario de ‘mi instinto me dice’, se estén refiriendo más bien a una intuición. Que se le critique a la mujer y no al hombre está dado por la cultura, en la cual se entiende que los hombres son fuertemente racionales y las mujeres las intuitivas y emocionales”, indica la docente de la Universidad del Pacífico.
Por lo tanto, los hombres y las mujeres tienen momentos de conciencia total, es decir, la intuición no se restringe sólo al género femenino. “Todas las personas somos básicamente intuitivas. La diferencia está en si le hacemos más o menos caso, si la desarrollamos o no. Esto se da en situaciones cotidianas, como cuando uno conoce a una persona por primera vez y uno dice ‘tengo la tincada de…’, ‘no sé por qué, pero no me convence’”, ejemplifica la especialista.
Lo que dicen los estudios norteamericanos
En nuestra sociedad, la intuición se toma como una sensación liviana, muy alejada de lo racional y lógico con que se toman las decisiones. Pero, según un estudio de las universidades estadounidenses de Northwestern (Illinois) y Drexel (Pensilvania), la perspicacia o las percepciones repentinas de una persona son a menudo más precisas para solucionar un problema que el pensamiento analítico. Es decir, según la investigación, la intuición sí sirve para tomar decisiones, por lo que deberíamos escuchar esa sensación en vez de ignorarla.
“El pensamiento consciente y analítico a veces puede ser apresurado o descuidado, dando lugar a errores durante la solución de un problema. Sin embargo, la perspicacia es inconsciente y automática, no puede precipitarse. Cuando el proceso se ejecuta hasta su finalización en su propio tiempo y todos los puntos están conectados, inconscientemente la solución viene a la mente como un momento de revelación”, explicó John Kounios, uno de los autores del estudio.
“La Presidenta ha utilizado el término ‘intuición’ en muchas ocasiones y a mi juicio ha habido un manejo comunicacional y político de devaluación a su gestión a partir de ese concepto, diciendo que su toma de decisiones se está basando en algo que no tiene muchos fundamentos o como falta de rigurosidad, lo cual es erróneo”, finaliza Carmen Gutiérrez, Directora de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.
