Al llegar la primavera e iniciarse la polinización de árboles y pastos, una parte importante de la población comienza a sufrir las molestias propias de la rinitis alérgica, así como otras reacciones cutáneas. Para disfrutar esta temporada, es fundamental contar un tratamiento adecuado y evitar, al máximo posible, la exposición a los alérgenos.
Las alergias son reacciones exageradas del cuerpo a un elemento externo. Aunque sea un agente inofensivo, el organismo actúa “a la defensiva”, bloqueando todo contacto con el fin de protegernos ante la posible amenaza. Décadas de estudio no han podido determinar las causas exactas de estas reacciones, más allá de establecer que existen factores genéticos que facilitan su aparición y desarrollo.
Aún desconociendo sus causas profundas, algunos estudios determinan que más de un 30% de la población chilena presenta síntomas sugerentes de rinitis alérgica, lo que implicaría unos 5 millones de personas que cada primavera sufren de congestión nasal, estornudos y una molesta picazón en la nariz, paladar, garganta, ojos y oídos.
Además de la molestia puntual durante el período de exposición a los alérgenos, la rinitis alérgica se considera un factor de riesgo para el desarrollo de otras afecciones pulmonares como el asma. Por ello, su pronta detección y tratamiento favorece la calidad de vida de quienes la padecen.
Dado que no es posible atacar las desconocidas razones por las que el cuerpo sobre-reacciona a un estímulo, el tratamiento médico tradicional se limita a controlar la molestia de los síntomas durante el tiempo en que no sea posible evitar el contacto con el alérgeno y, en casos específicos, se puede iniciar un tratamiento de inmunoterapia que, a lo largo de varios años, inyecta pequeñas dosis del elemento para que el cuerpo, lentamente, se acostumbre a tolerarlo.
Pero un nuevo tratamiento trae la esperanza de un nuevo respiro para todos quienes sufren con el proceso de polinización. Se trata de la HALOTERAPIA, un revolucionario tratamiento en base a la inhalación de micropartículas de sal seca en ambientes controlados que reduce drásticamente los síntomas y mejora la calidad de vida de los pacientes. La mejoría se debe a la calidad higroscópica de las partículas que, al ser inhaladas, remueven efectivamente el bloqueo de las vías respiratorias causado por mucosidad.
Estudios realizados por la Universidad de Tübingen, Alemania, comprueban que la inhalación de sal seca en las condiciones óptimas disminuye la inflamación, ataca las bacterias patógenas y, además, mejora los mecanismos de defensa inmune a nivel local. Con una serie de entre 7 y 15 sesiones, se puede disfrutar de una mejoría por entre 6 y 12 meses.
Creado en 1843 por un médico polaco que descubrió que los mineros que trabajaban en las cuevas de sal sufrían considerablemente menos problemas pulmonares, la haloterapia lleva casi dos siglos de comprobada eficiencia y, durante ese período, ha incorporado el aporte de las mejores tecnologías para potenciar el efecto sanador de la naturaleza. En Chile, el sistema es traído por Microsalt, quienes garantizan que las salas de sal, especialmente creadas para este efecto, cumplan rigurosamente con los niveles de humedad, calidad de la sal, tamaño de las partículas, temperatura, ventilación, y tiempo de exposición, entre otros temas que determinan la efectividad del tratamiento.
Con un Centro de Terapias en Vitacura, y una amplia proyección en centros de salud y bienestar, la haloterapia se presenta como un tratamiento revolucionario, que potencia la recuperación y prevención de enfermedades respiratorias y cutáneas, a la vez que favorece la relajación del cuerpo y la mente. Sin duda, un nuevo respiro.
