Belleza y Alma sabe que los primeros pasos en el mundo de las finanzas son complicados, por eso te explicamos los errores más comunes que puedes cometer. De esta manera podrás evitarlos y comenzar de buena manera tu vida financiera. Ahora tú eres el responsable de tu dinero.
- Firmar sin leer los contratos de adhesión.
Hay que tener en cuenta que los contratos pactan los derechos y obligaciones financieras, por eso muchas veces, si no leemos lo que firmamos podemos sufrir serias consecuencias, y en muchos casos de alto costo.
- No revisar el historial crediticio.
Mantener tus datos actualizados y el historial de tus movimientos en orden es muy importante. Así podrás descubrir si alguien está efectuando movimientos sin permiso o si has sido víctima de robo de identidad.
- Manejar muchas tarjetas de crédito.
Si eres de esas personas que sólo pagan con tarjetas de crédito y muy pocas veces ocupan el efectivo, este consejo es especial para ti. Muchas veces llevamos hasta seis tarjetas de crédito en nuestro poder, sin darnos cuenta del gasto que esto significa.
- Olvidar las fechas de pago.
No cancelar el dinero de las tarjetas es igual a un auto gol, al final terminarás pagando doble, ya que tendrás que pagar la deuda, más el costo por pagar fuera de plazo. Para estos casos usar agendas, calendarios y hasta la alarma del celular sirve.
- No evaluar la capacidad de endeudamiento a través de un presupuesto.
Asumir deudas sin conocer nuestro estado financiero es uno de los errores que más se dan, sobre todo en los jóvenes que recién están empezando su vida laboral, hay personas, de hecho, que gastan su sueldo incluso antes de recibirlo.
- No invertir en previsión.
Este es uno de los errores más comunes. Ya sea si eres adulto o si estás recién comenzando a invertir tu dinero, lo principal es pensar en tu futuro, por eso los seguros de previsión son fundamentales para aminorar el gasto futuro en caso de accidente u otro imprevisto.
- No cancelar tarjetas de crédito no solicitadas.
Muchas veces pensamos que las tarjetas de crédito no solicitadas son como un regalo de la entidad bancaria, nada más lejos de la realidad, resulta que si por descuido, negligencia o simplemente por flojera dejamos de cancelar esas tarjetas, aunque no las ocupemos, algunos bancos te pueden cobrar igual la mensualidad o la anualidad.
No basta sólo con guardar la tarjeta en el rincón más oscuro de tu velador, sino que debes cancelar el servicio o tu plástica amiga te causará más de un estrago financiero.