A ninguna de nosotras nos gusta aceptar que muchas veces queremos que todo esté bajo nuestro control. ¿Eres el tipo de persona que cuando le cambian los planes, aunque sea algo muy insignificante, comienza a sentir una sensación rara en el cuerpo?
Te gustaría saber cuáles son las cosas que suceden cuando te comportas como una mujer extremadamente controladora. ¡Pon atención!
-Te catalogan como una persona de carácter fuerte.
–Te gusta que las cosas salgan a tu manera.
-Algunos podrían decir que eres una persona problemática.
-La gente no puede entender tu pasión por la perfección.
–No logras entender cómo hay personas que dejan cosas pendientes.
–Reconoces tener algunas manías, pero es solo de vez en cuando.
–Ni hablar de cuando alguien cambia los planes a último minuto o se le olvida lo que habían acordado.
Si eres una joven controladora y quieres evitarlo, lo primero que debes tener en cuenta es que intentar controlar todo y a todos es una ilusión. Muchas veces este intento de control, proviene del miedo a no ser querida o a ser abandonada.
Debemos tener en cuenta que una de las bases para eliminar este miedo, es la confianza y la comunicación, expresando nuestros miedos y permitiendo que el otro se exprese libremente. De este modo, podremos ir apartando poco a poco nuestros fantasmas.
Confiar es uno de los primeros pasos para evitar también este deseo de control, debemos intentar relajarnos, respirar profundo y detener todos esos pensamientos que nos dan inseguridad y nos otorgan ansiedad.
Ya lo saben, si eres una muchacha controladora ¡entiende!, que no puedes dirigir la vida de todo el mundo. Cada ser humano tiene sus propios gustos y costumbres.
Acepta la vida tal como viene y déjate llevar por las sorpresas que se te atraviesan en tu camino. ¡Te sorprenderás!
