Luego de una cita que sentiste como estupenda, han pasado algunos días y el muchacho no ha vuelto a dar señales de vida. ¿Llamar o esperar?
Tú has estado ahí, o sea ya sabes perfectamente cómo funciona esto: La chica conoce al chico, el chico invita a la chica a una primera cita, la pasan increíble. El chico invita a la chica a una segunda cita. El chico invita a la chica a una tercera cita, en donde también la pasan genial, y luego, la chica no vuelve a saber de él nunca más. Esto deja a la chica desanimada, lastimada y confundida. Entonces, pregunta repetidamente a sus amigas: «¿Por qué lo hizo? ¡No parece algo que él haría!
No estás en una relación todavía. «Tres citas es un tiempo arbitrario», las dos primeras veces que salen, se divierten y se conocen el uno al otro. Generalmente, la tercera vez que pasan un rato juntos, es cuando se podría sentir presionado por él mismo para tomar una decisión, porque no quiere enviarte la señal equivocada. Después de eso, cuando ocurre la cuarta cita, podría tener el sentimiento de que está entrando en una relación para la que no está preparado.
Hay alguien más. Claro, siempre existe la posibilidad de que existan otros factores en su vida de los que no estabas preparada, como una ex novia persistente, una agenda de trabajo muy pesada, o tal vez, la posibilidad de que él ya le había echado el ojo a alguien más. Cuando este factor entra en juego, ya no se trata de tu conexión con él, sino que simplemente tiene una conexión más profunda con alguien más.
Los hombres evaden. ¿Te hubieras sentido mejor si te hubiera llamado -o mandado un mensaje- para decirte, «Hola, de verdad perdón. Eres una gran chica, pero no estoy listo para una relación», en lugar de irse por un gran hoyo? Sí. Pero los hombres evitan esas cosas, prefieren solo desaparecer que tener una conversación. Hacen esto por dos razones: una, porque podrían sentir que es pretencioso tener ese tipo de conversación, y dos, no quieren tener que explicarlo.
No está listo para poner el esfuerzo que una relación requiere. Los hombres se comunican con acciones mejor que con palabras, entonces, para saber dónde estás parada, observa lo que él está haciendo -o no está haciendo-, para alcanzarte. Con una persona que está lista para una relación, no habrá tantos juegos. Si no te está prestando la atención y el respeto que mereces, disminuye tu interés hasta que él dé un paso adelante. Así, si él no hace un esfuerzo, acabarás menos lastimada al final, porque no siempre estuviste disponible y dando más de lo que debiste.
La pasa bien contigo, pero no le gustas de esa forma. Y está bien. Tú no eres para todos y todos no son para ti. Muchas relaciones están diseñadas para fracasar.
Él no sabe nada de lo que es R.E.S.P.E.T.O. Si alguien desaparece y te parece irrespetuoso, velo como una bendición disfrazada. Pues se trata de alguien que no te trató con el respeto que merecías, entonces sabrás que necesitas a alguien que lo haga lo suficiente como para comunicarse contigo.
Tienen amigos en común y no está seguro de a dónde está yendo la relación, pero quiere evitar que sea incómodo si esto no funciona. Este es el riesgo que corres cuando sales con el amigo de tus amigos, entonces ten cuidado. Pero si él está en el mismo lugar en el que estás tú, esta podría ser una situación de ganar-ganar para todos.