La cuarentena se usa cuando una persona posiblemente está infectada con una enfermedad pero aún no está sintomático. El aislamiento se aplica a pacientes con síntomas de enfermedades infecciosas. Sin embargo, queremos hablarte sobre el distanciamiento social y su importancia para prevenir el coronavirus.
Quedarse en casa detendrá el brote de coronavirus, pero ¿qué pasa si estás sano y aburrido? ¿Es ético salir a correr en un parque lleno de gente, ir a la tienda o hacer pedidos? Definitivamente, en estos momentos ¡NO! No es ético y tampoco es responsable.
Distanciamiento social por COVID-19
Muchas personas en las últimas semanas han comenzado a trabajar de forma remota, si no han sido despedidos; las escuelas han cancelado las clases por semanas; y restaurantes, tiendas minoristas, bares, gimnasios y otros lugares de reunión en docenas de estados han cerrado. Los principales eventos se cancelaron con un efecto dominó, y prácticamente todos los eventos deportivos nacionales e internacionales, incluidos muchos servicios religiosos en todo el país.
Todos estos cierres son intentos de forzar el distanciamiento social, una intervención de salud pública de importancia crucial que puede ayudar a detener la transmisión del coronavirus Covid-19, en todo el mundo.
En algún momento, ya sea este año o el próximo, “se expondrán a este virus», anunció este mes el zar de inmunización de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El distanciamiento social, argumentan las autoridades de salud, puede reducir drásticamente la velocidad a la que se propaga la infección, lo que ayuda a aliviar la carga del sistema de atención médica. Las mejores prácticas requieren mantener al menos una distancia de seis pies entre tú y los demás.
Los cierres a nivel nacional son en gran medida preventivos (en algunos lugares, nadie del trabajo o la escuela puede haber estado enfermo), aunque cada vez más, estas decisiones se toman en respuesta al creciente número de casos de Covid-19; el riesgo de que el contacto con grandes grupos de personas exacerbe la transmisión del virus; y la creciente comprensión de que la enfermedad puede ser transmitida por quienes son asintomáticos o parecen estar relativamente sanos. (Al menos un estudio estimó que alrededor del 25 por ciento de las transmisiones de coronavirus pueden haber ocurrido en etapas pre-sintomáticas, lo que significa que puede propagarse por personas que aún no saben que lo tienen).
