Dicen que la música es el lenguaje del alma y siguiendo este lema te enseñamos algunas cosas de él -positivas y negativas- que quizás no sabías, simplemente con el género musical de su elección, solo debes saber qué tipo de música prefiere y aquí encontrarás un poco más de su personalidad:
Clásica
Es un hombre que no tiene problemas de autoestima, es creativo y relajado, usualmente tienden a ser personas introvertidas, pero si logras bajar sus defensas no será raro que te encuentres con un hombre bastante pretencioso.
Hip Hop
Son muy seguros de sí mismos, extrovertidos y algunas veces artísticos, el aspecto negativo de estas personas es que suelen ser machistas, pues este tipo de música en sus letras contienen alto contenido sexista y eso no habla muy bien de los amantes de este género.
Rock/ Heavy metal
Aunque te cueste creerlo son personas bastante relajadas, creativas y fáciles de tratar, suelen ser tímidos y detrás de esa máscara de maldad solo hay alguien muy encantador y hasta tierno. No obstante, carecen de autoestima, no son fanáticos del trabajo y no creen en la superación, cosa que los lleva a tomar actitudes inmaduras.
Blues/ Jazz
Tienen la autoestima muy alta, son creativos, extrovertidos y dóciles, en lo malo podemos señalar que tienden a caer en la egolatría, pudiéndote hablar de temas que posiblemente no conozcas o del que no quiere saber tu opinión, pudiendo ser pesados en este aspecto.
Pop
Son trabajadores dóciles, extrovertidos y de actitud relajada, no suelen correr riesgos por lo que son muy estables y conservadores, dependiendo de tu forma de ser podrías considerarlos aburridos, puesto que también son poco creativos y si esperas algo más deberás sacarlo de su zona de confort, cosa que no les gusta mucho.
Reggae
Hombres divertidos, relajados que contagian su alegría, no son materialistas, porque saben apreciar muy bien lo verdaderamente valioso de la vida, sin embargo esto tiene sus contras, pues esto los lleva a no creer en el trabajo, rayando en la mediocridad y su look posiblemente te haga pasar algunas vergüenzas en las calle.