La tortuga de orejas rojas o tortugas de agua, provienen de Estados Unidos y países tropicales, es por esto es que necesitan de un cuidado especial a la hora de adquirirlos. Muchos piensan que por el bajo precio de ellas en el mercado, su cuidado y mantención es fácil. Sin embargo, los costos superan muchas veces el presupuesto de su dueño.
Lo primero que hay que saber de estas tortugas es que son reptiles, y como tales necesitan del calor para calentar su cuerpo. El agua de la pecera debe estar entre 22 y 26-27 grados Celsius, y el tamaño de ésta para dos o tres tortugas, debe ser de un metro por cincuenta centímetros, de esta manera les permitirás absoluta libertad para moverse.
La profundidad del agua debe ser lo suficiente para permitir que la tortuga, si se da vuelta –de espalda-, pueda girar y volver a su posición ideal. Además es importante que la pecera tenga un espacio más alto y libre de agua para permitir que la tortuga pueda descansar y secar su cuerpo. Recuerda que el exceso de humedad facilita la producción de hongos en el caparazón. Si la pecera no cuenta con el posadero se puede poner una piedra, evitando que ésta tenga puntas que puedan dañar el caparazón o barriga de la mascota.
La luz solar es muy importante ya que les permite utilizar el calcio, asimilar el alimento y sanar rasguños y enfermedades de la piel. La luz no debe estar filtrada; además, si llega directamente a la pecera, se debe dejar un espacio con sombra, ya que el exceso de calor puede matarlas. Es muy recomendable tener lámparas alógenas en caso de no poder ponerlas al sol.
Para su alimentación existen pellets especiales tanto de ReptoMin como Sera Raffy –vienen en varitas-, además hay camarones, pero atención, que estos últimos deben ser dados como alimento complementario, ya que no contiene todas las vitaminas y minerales que la tortuga necesita. También comen verduras como lechuga y apio, insectos, carnes y pescados. La dieta de la tortuga de agua es bastante variada; sin embargo, mantenerlas con una dieta con Raffy, ReptoMin, o alimento de veterinaria es lo más recomendable.
En cuanto a la cantidad diaria de alimento, las raciones no están claras. Estos animales son muy golosos, por lo tanto muy pocas veces se saciarán y siempre estarán dispuestos a comer aún más; sin embargo, con 5 varitas en la mañana y cinco más en la tarde bastarán. Hay otras personas que prefieren alimentarlas día por medio cuando están más grandes, pero eso dependerá exclusivamente de los cuidados de cada amo.
Para el mantenimiento de la pecera se recomienda tener un filtro que vaya absorbiendo las deposiciones y limpie el agua, así la pecera durará más tiempo limpia y con el agua más clara. En caso contrario se debe asear la pecera cada tres días, cinco como máximo. La cantidad de suciedad que tenga dependerá netamente de la cantidad de comida que se le dé a la tortuga. Con las verduras, carnes e insectos el agua se ensuciará más rápido.
Para limpiar la pecera se debe sacar a las tortugas de su hábitat y ponerlas en algún recipiente, cuidando que no se escapen. Hay que votar el agua sucia y sacar el filtro para limpiarlo, se puede lavar con jabón natural o de glicerina y cuidando que no queden residuos que puedan intoxicar a la mascota. Se enjuaga bien tanto el filtro como la pecera, y luego se llena de agua –tibia-, se puede echar algunas gotas de acondicionador para el agua –acondicionador especial para las tortugas-, éste elimina el cloro del agua.
Es muy importante que luego de manipular a la tortuga te laves bien las manos ya que estos animales pueden transmitir la salmonella.