¿Alguna vez te has puesto a pensar lo siguiente? Cuando extrañas a tu pareja, a tus hijos a quien tú crees que ames, ¿Le extrañas porque lo amas o solamente estás experimentando la profunda necesidad de tenerlo contigo, y por lo tanto estás develando tu profundo miedo a perderle?
Nuestra vida emocional es producto de nuestra historia y nuestra historia ha sido creada por nuestra mente, a propósito de las creencias que hemos instalado, de la forma en que estas creencias han tapado nuestros miedos más profundos y de los personajes que hemos asumido en este mundo para poder sobrevivir.
Desde nuestra historia y nuestros personajes hemos establecido nuestras relaciones de pareja, hemos parido nuestros hijos y hemos puesto en escena nuestra vida con los demás. Si nuestras estrategias para evitar el sufrimiento y alejar los miedos se sustentan en la búsqueda del otro, nuestra vida emocional paga el costo. Si nuestras parejas las elegimos desde nuestras carencias y expectativas, tarde o temprano vamos a sufrir pues, el amor genuino está libre de expectativas, libre de las necesidades que otro pueda suplir. El amor sólo ama, acompaña y disfruta de la presencia del otro.
Sin embargo, los seres humanos habitamos en el miedo, y específicamente en el miedo a la pérdida. Miedo a perder el afecto de quienes nos acompañan en nuestra vida, miedo a perder estabilidad económica, miedo a perder nuestro trabajo, miedo a perder status, pero en el fondo, se traduce en un profundo miedo a perder el afecto y el reconocimiento que todo lo anterior nos entrega.
Esto nos ocurre a todos, pues todos venimos de historias de carencias afectivas. Si te niegas a reconocerlo, quizás sea por el miedo a darte cuenta de que eres carente.
Nuestras historias de carencias afectivas se remontan a nuestra más tierna infancia; aquella etapa de la cual no tenemos prácticamente recuerdos conscientes, pero si están nuestros registros emocionales de soledad, abandono, sometimiento, etc.
Con esas carencias devenimos padres. Así es, y por lo tanto repetimos el ciclo de desamor con nuestros propios hijos pues ¿Cómo entregar a plenitud aquello de lo cual somos carentes?
De esta forma construimos nuestras relaciones de pareja, nos relacionamos con nuestros hijos y después nos devastamos cuando incontrolables se revelan en aquello que llamamos “la edad difícil”. Nos volvemos frágiles y vulnerables frente a aquellos que nos entregan migajas de afecto, a quienes nos reconocen y nos dicen que somos buenos y con estos patrones inconscientes nos emparejamos.
Establecemos contratos transaccionales no escritos, en donde te entrego afecto en tanto tú hagas lo mismo. Nos acostumbramos a recibir esos afectos de quienes pensamos que amamos y generamos apego y sufrimiento que, literalmente, nos atan a relaciones no pocas veces turbulentas, relaciones basadas en la búsqueda del otro, en el miedo a perderle, en el egoísmo y por lo tanto en los celos y en las inseguridades; levantamos expectativas con respecto al otro y al darnos cuenta que no se cumplen nos provocan sufrimiento. Nuestras relaciones están enfermas y se basan en el miedo.
El verdadero amor no espera nada. No teme a la pérdida, ni tiene expectativas. Sólo ocurre con el otro a propósito del otro y no se contamina con las inseguridades, ni con los celos. Es amor genuino. El mismo que podemos entregar a nuestros hijos para que se completen afectivamente y no salgan al mundo inseguros como sus padres.
La mejor escuela para padres, ocurre cuando somos niños. Si somos colmados del amor verdadero en nuestra historia, estaremos preparados para amar sin expectativa y sin condiciones, alejados de la violencia y del temor, sólo amando.
Los seres humanos, en mi opinión, hemos llegado a este mundo instalando una creencia equivocada; creemos que hemos venido a este mundo a cambiarlo y en realidad, hemos venido a amarlo y ser felices.
Hemos querido en este articulo entregarles un regalo de inicio de año; un test que te permitirá diagnosticar el grado de sufrimiento que estás experimentando en tu vida emocional de pareja. ¡Atrévete a responderlo!
Ingresa al siguiente link para acceder al test: http://oscarcaceres.com/cuanta-paz-experimento-con-las-relaciones-que-mantengo/
Se te presentarán a continuación algunas frases que pueden o no representarte. Deberás elegir un número del 1 al 10 para cada frase y al final verás los resultados. Anotarás 1 si la frase no te representa para nada y 10, si la frase te representa absolutamente hoy.
Esperamos que sea útil y te aporte para el logro de tu plenitud emocional.
Oscar Cáceres
Coach, Creador de Extraordinary People Model, speaker internacional.