Gracias a las películas hemos llegado a pensar que tener sexo es sencillo y apasionado, y que todo mundo tiene orgasmos de manera sincronizada ¿Puede suceder? La mayoría de las veces, no. Aquí hay algunas cosas que nadie nos dice que debamos esperar.
1. No solamente “sucede“. En las películas, dos personas, de cara perfectamente simétrica, se contemplan y en la siguiente escena están en la cama haciéndolo. Por desgracia, cuando estás soltera y saliendo, esto rara vez pasa.
2. A veces eres demasiado floja o estás demasiado excitada, para quitarte toda la ropa y acabas dejándote alguna prenda nada sexy.
3. Podrías sólo ser capaz de tener un orgasmo en una extraña, como si estuvieras acostumbrada a masturbarte de una determinada manera que es probablemente la posición que más garantiza un orgasmo, que no tiene que ser viendo hacia arriba y haciendo una estimulación manual del clítoris como se ven las imágenes de mujeres masturbándose.
4. ¡Y está bien! Tener miedo de decirle a la pareja con la que estás durmiendo lo que te gusta, para que no resulte en una relación sexual insatisfactoria con resultados sólo para un lado.
5. Los testículos no se ven como crees que se ven y cuelgan más debajo de lo que creías, tu primera reacción será moverlas como lo haría un gato. Es una verdad universalmente conocida: todos los testículos se ven como los de un hombre viejo.
6. Casi todas las posiciones más comunes son incómodas para tus rodillas. Eso que pasa cuando estás haciendo la posición del perro, pero él la hace parecer más como una posición de ranita.
7. El sexo es más divertido cuando están sobrios. Oh, cruel alcohol, te hace querer tener sexo, todavía peor: hacerlo realmente. No te tardarás mucho en descubrir que estar arriba es mejor cuando no sientes que te da vueltas la cabeza.
8. El lubricante hace que todo sea mejor, aunque no seas todavía una vieja marchita que “lo necesita”.
9. Algunos lubricantes saben raro, haciendo el sexo oral menos placentero. Entonces piénsalo dos veces y compra uno de sabor fresa o algo así.
10. Si no trabajas lo suficiente, el sexo será más difícil. Si eres del tipo de pareja sexual que comparte la carga de trabajo rápidamente te darás cuenta que hacer cardio tienes sus beneficios en el dormitorio.
11. No existe tal cosa como el sexo que dura demasiado. Tal vez a tu cerebro le gusta, pero si tu vagina está lista para detenerse, deslízate en la cama, pues ésta perderá su lubricación, y hacerlo en exceso puede causar daño a largo plazo.
12. Presionar directamente tu clítoris puede ser demasiado intenso y sentirse incómodo. Los hombres no saben esto y creen que golpear o presionar como si estuvieran jugando, y tu clítoris fuera una especie de botón. Se supone que evitar el contacto directo, concentrándose más en la parte superior izquierda, mucho más que en el centro, es el máximo placer.
13. La persona que te quitó la virginidad no significa nada para ti. Estamos educados para pensar que perderemos la virginidad con nuestro novio, también virgen, de la secundaria, el guapísimo jugador de fútbol después de ganar el partido de la final, para después llorar juntos o cualquier estupidez así. En realidad puede que sólo sea un desconocido o alguien a quien apenas conoces, y eso no significa que haya nada de malo contigo.
14. Tienes un gas vaginal pero llega el punto en donde nadie se ríe. La primera vez es chistosísimo, pero eventualmente es como “ahí va otro gas vaginal”, haces como si nada y continúas haciéndolo.
15. La penetración no es el mejor tipo de sexo para todos. Y muchos hombres ni siquiera saben que muchas de nosotras estaríamos fascinadas con estimulación en el clítoris, lo que podría relegar a la penetración a términos de un mero estímulo orgásmico.
16. El sexo por diversión puede ser tan bueno como el más apasionado. No siempre será así: “Yo traigo el vino, tú prendes las velas: tengamos sexo como si nos odiáramos”. También hay nuevas posiciones divertidas y risas a la mitad del coito.
17. Descansar después de hacerlo en tu cama perfectamente limpia y ordenada nunca pasa. Negociar para ver quién se queda en la parte mojada o se levanta por papel o una toalla, sí pasa.
18. Si ser degradada te excita, no significa que seas débil o sumisa en la vida diaria. Y viceversa. Tener el control en la cama no significa que seas una controladora obsesiva en la vida real. Las fantasías están completamente separadas a tu personalidad no-sexual.
19. Lo incómodo, pero necesario, que es traer algún método anticonceptivo en el punto más caliente. Siempre nos dicen que usemos condón, pero no nos dicen precisamente cómo sacar el tema cuando estamos llegando a tercera base con un hombre tan hot que podría estar en una telenovela.
20. Cambiar de posición: torpe e incómodo. A menos que tu pareja sexual sea Black Swan.
21. Las heridas sexuales suceden. Como accidentalmente darle un rodillazo a tu pareja en las pelotas mientras te cambias de posición, o golpearte la cabeza mientras haces la cowgirl.
22. Probablemente no se vendrán al mismo tiempo. Otra mentira de Hollywood. ¡Pero por lo menos lo harán en algún momento! Y será igualmente de exhaustivo, para luego acurrucarse juntos.