Conozca las precauciones que exigen los sistemas de calefacción

  • Leña, gas, parafina o electricidad, son parte de las alternativas más usadas para calefaccionar nuestros hogares en épocas de frío. Sin embargo, no todas son tan inocuas para nuestra salud. ¿Cuál de ellas es la menos dañina? Experto en prevención de Riesgos de la Universidad del Pacífico explica los cuidados que tenemos que tener con cada una de ellas.

 

Las estufas eléctricas, las losas radiantes, los radiadores y los calefactores que cuentan con sistema de cámaras de combustión cerradas y evacuación externa de los gases generados producto de la combustión, son la única excepción. Todo el resto de los sistemas de calefacción contaminan el aire interior de una casa. Así de claro es el jefe de carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos de la Universidad del Pacífico, Patrick Sepúlveda.

 

Según el experto, entre los que más contaminan se encuentran las chimeneas a leña y las estufas catalíticas, pero lejos las más dañinas son las que combustionan parafina o gas. “Sucede que para generar calor, todas necesitan consumir oxígeno mientras liberan carboncillo, partículas de gas, sustancias toxicas y, dependiendo de su configuración, aumentan la humedad ambiente o la disminuyen considerablemente”, explica.

 

Pero, ¿cómo podemos evitarlo? Tal como lo indica Sepúlveda, esto va a depender del tipo de calefactor que decidamos utilizar, por lo que el especialista de la Universidad del Pacífico entrega algunas importantes medidas de seguridad que hay que implementar según el sistema de calefacción.

 

En el caso de estufas a parafina:

  • Nunca utilice una estufa a parafina en una habitación cerrada o con mala ventilación.
  • Enciéndala y apáguela fuera del hogar.
  • Utilice sólo el combustible que indica el fabricante.
  • Nunca recargue la estufa mientras esté encendida o si aún está caliente.
  • No la ubique en pasillos o en lugares donde transiten personas.

 

En el caso de calefactores eléctricos:

  • Antes de usar un calefactor eléctrico, verifique que los enchufes se encuentren en buen estado.
  • Prefiera los calentadores con termostato, con los cuales podrá regular la temperatura.
  • No sobrecargue los enchufes.
  • Use alargadores especiales para el tipo de carga que tenga el calefactor.
  • Jamás cubra la entrada o salida del ventilador, ya que producirá un sobrecalentamiento  del aparato.
  • No lo ubique en pasillos o en lugares donde transiten personas.

 

En el caso de estufas a gas:

  • Verifique el estado de las mangueras de la estufa y/o de las conexiones a la tubería o al cilindro de gas.
  • Úsela solo en ambientes ventilados, ya que aunque tengan una combustión más limpia, de todas formas generan gases y partículas tóxicas para el organismo.
  • No la utilice en espacios reducidos o cerrados, como dormitorios u oficinas.
  • Apáguela inmediatamente si siente olor a gas y ventile el lugar.
  • No la ubique en pasillos o lugares donde transiten personas.

 

En el caso de estufas a leña:

  • Compre estufas a leña que cuenten con certificación nacional.
  • Solo deben ser instaladas por profesionales certificados, cuidando que queden separadas al menos 90 centímetros de superficies combustibles y con una aislación en el suelo.
  • Límpiela y hágale mantención anualmente antes de volver a usarla.
  • No utilice líquidos combustibles o exceso de papel para encenderla.
  • Chequee que el fuego se haya apagado antes de irse a dormir.
  • Nunca cierre el tiro si aún quedan cenizas calientes, ya que se corre el riesgo de que el monóxido de carbono se libere al interior de la casa.

 

“Con estas pequeñas recomendaciones, las probabilidades de un accidente serán minimizadas, pero siempre se debe recordar que los aparatos calefactores producen calor y, por lo mismo, son peligrosos y deben siempre ser vigilados por adultos o mayores de edad, quienes deben velar por el buen funcionamiento y correcta mantención de estos artefactos”, aconseja finalmente el jefe de carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos de la Universidad del Pacífico, Patrick Sepúlveda.

 

Publicidad