Está bien sentirse nervioso en una entrevista de trabajo, pero es necesario controlarlo para poder salir airoso y contratado. Hay ciertas cosas que no debieran hacerse cuando estás frente a tu futuro jefe, porque hablarán mal de ti y, por su puesto, influirán en la decisión de si darte o no el empleo:
- No seas negativo por ningún motivo y si te llegaran a preguntar cuáles son tus defectos, di siempre virtudes antes de enumerarlos, porque el cerebro retiene con mayor facilidad la información que se le da primero que la que se le da al final.
- No te muestres nervioso porque eso denota inseguridad en ti mismo. Párate o siéntate derecho, mira a los ojos, habla claro y sin rodeos. Confía en tus capacidades y lograrás el visto bueno de la empresa.
- No critiques trabajos o compañeros anteriores, recuerda que están buscando a alguien que lleve una buena energía al lugar de trabajo, no a alguien conflictivo que hable a espaldas de los demás.
- No interrumpas a quien está hablando. Espera tus turnos y respétalos, si es necesario hacer preguntas ya te darán el tiempo para hacerlo.
- Sonríe. Siempre es bueno hacerlo para demostrarte relajado, siempre y cuando no sea en exceso fingido. Te notarán como una persona alegre y positiva que ayudará con el ambiente laboral.
- Está demás decir que no llegues comiendo dulces, chicles o un pastel entero. Siempre debes guardar el protocolo necesario y comportarte. Recuerda que te están evaluando en todo momento.
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