Las quemaduras solares son el resultado de una sobreexposición breve (aguda) a la radiación ultravioleta (UV). Estas lesiones cutáneas indican que la piel ha sufrido una agresión por la exposición prolongada, lo que puede producir daños irreversibles a largo plazo, como el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.
La cantidad de exposición solar requerida para producir una quemadura varía con la cantidad de melanina en la piel, la capacidad de producir más melanina y la cantidad de radiación UV en la luz solar el día de la sobreexposición, señalan los Manuales MSD.
Lesiones de la piel
Las quemaduras solares dan como resultado una piel rojiza y dolorosa, dolor en la zona afectada, descamación y una liga ligera inflamación. En el caso de ser lesiones graves, causan hinchazón y ampollas. Algunas personas con quemaduras solares graves presentan fiebre, escalofríos y debilidad y, en raras ocasiones, pueden incluso entrar en choque o shock (caracterizado por una marcada hipotensión arterial, desmayo y profunda debilidad).
Una vez que se ha producido la quemadura solar sólo queda tratarla. Si detectamos alguno de los síntomas anteriores, hay que retirase de la exposición solar y buscar una sombra en la que cobijarnos. Además, desde el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ofrecen algunos consejos para acelerar su curación:
Tomar un baño o ducha de agua fría-templada sin frotar la piel. En su defecto, pueden colocarse compresas frías sobre la quemadura. Nunca hay que aplicar hielo, porque podemos conseguir el efecto contrario: empeorarlo.
No usar sales de baño ni perfumes
Evitar usar remedios populares como aplicar pasta de dientes o mantequilla en la zona quemada. Muchos de ellos pueden alargar el proceso de recuperación, empeorar la quemadura y producir infecciones.
Beber abundante agua, porque las quemaduras solares producen deshidratación.
Evitar la exposición al sol hasta que la quemadura esté totalmente curada.
Si el dolor es intenso, y bajo indicación médica, se puede tomar algún tipo de analgésico.
Aplicar generosamente crema tipo after sun o gel con aloe vera, porque su efecto calmante nos aliviará. Una buena manera de incrementar la sensación de confort es meter estos productos unos minutos a la nevera.
