Muchas veces nos sometemos a costosos tratamientos para blanquear nuestros dientes, pues lograr una sonrisa blanca y perfecta es el anhelo de todos. Sin embargo, existen otros métodos más naturales que podrías probar para no gastar millonadas. Claro que toman más tiempo, pero a la larga podrían ser igual de efectivos y más saludables.
- Lava tus dientes tres veces al día: Podrá sonar irónico, pero el lavar los dientes es lo mejor que podemos hacer para mantener su tono blanco natural. No desgastamos el esmalte y además nos cuidamos de las caries.
- Bicarbonato de sodio: Mezcla tu dentífrico habitual con un poco de bicarbonato y lava normalmente tus dientes. Recuerda hacerlo sólo una vez al día, un par de veces por semana y preferiblemente en la noche. Debes enjuagar muy bien cuando termines.
- Plátanos o bananas: Esta fruta contiene ácido salicílico, el cual ayuda mucho a blanquear tus dientes. Después del cepillado frota tu dentadura con la cáscara de un plátano durante unos dos minutos, haz esto todos los días y espera los resultados en unas semanas.
- Elimina el café y las bebidas gaseosas: La mayoría de las bebidas con gas tienen un poder corrosivo en los dientes, especialmente las bebidas cola, que al mismo tiempo los manchan. Lo mismo pasa con el café, va degradando poco a poco el color blanco de los dientes, más aún si se le mezcla con tabaco.
- Salvia: Frota tus dientes con hojas de salvia bien lavadas todos los días, éstas ayudarán a blanquear tu sonrisa en unas pocas semanas.
- Limón: Gracias a su alto contenido de ácido ascórbico el limón es ideal para blanquear los dientes, pero no te recomendamos que lo pases directamente en tu dentadura. Puedes exprimir su jugo y hacer enjuagues con él y luego volver a enjuagar con agua.
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