Las bajas temperaturas quedaron atrás y es momento de preocuparse por esos kilos extra que pudiste haber ganado durante el invierno y en Fiestas Patrias. Con unas sencillas recomendaciones podrás lograrlo.
En invierno las personas tienden a consumir más calorías con el objetivo de sobrellevar de mejor manera las bajas temperaturas. Sin embargo, esto tiene sus consecuencias y es común que haya un incremento de peso durante esa época del año.
Con la llegada de la primavera y los días soleados, muchas personas, tanto hombres como mujeres, empiezan a preocuparse de su figura para lucir bien durante el verano. Pero lo importante es alcanzar esa meta de manera saludable.
Cecilia Cruz Massa, nutricionista del Centro Médico de Clínica Ciudad del Mar, nos entrega algunos sencillos consejos para prepararse para la época estival.
Una buena rutina de ejercicios
Realizar ejercicio es fundamental para una vida saludable y debe ser acompañado de una alimentación equilibrada, lo recomendable es que no falte ningún eslabón de la pirámide alimenticia (frutas, verduras, carbohidratos, proteínas, grasas, entre otros). De no ser así, se genera un desequilibrio, lo que puede producir un desorden metabólico con alzas de colesterol, glicemia, hipertensión o fatiga por la misma desnutrición.
Mantener el cuerpo bien hidratado
Con las alzas de temperatura el cuerpo tiende a deshidratarse con mayor facilidad.
Es recomendable ingerir aproximadamente dos litros diarios de agua.
Además el consumo de las frutas y verduras son una excelente combinación para reponer el líquido que nuestro organismo pierde; aportan vitaminas, minerales y fibra.
Comer a las horas adecuadas
Nuestro organismo funciona fisiológicamente consumiendo alimentos cada cuatro horas como máximo. Si pasas mucho tiempo sin recibir alimento, el organismo se defiende disminuyendo el metabolismo. Esto provoca que toda la comida que se ingiera después de ese período se guarde como ‘reserva’ (grasa) en vez de quemarse como energía.
Comer varias veces al día, cada 2- 3 horas, alimentos saludables, es lo ideal para no llegar con tanto apetito por la noche.
Es importante una alimentación balanceada
Disminuir drásticamente la cantidad de comida que ingiere una persona puede provocar ansiedad y un posterior efecto ‘rebote’, debido a que no se logra mantener la dieta en el tiempo
Bajar el consumo de sal
No solo aumenta la probabilidad de hipertensión a largo plazo, sino que también es el peor enemigo de la retención de líquido. La mayoría de los alimentos procesados tienen un alto contenido de sodio, por eso es preferible elegir productos de origen natural, y además cocinar sin sal o con el mínimo de sal.
“Lo recomendable es que con la ayuda de especialistas se adecúe la alimentación a la realidad de la persona, considerando: hábitos, gustos y preferencias, actividad, trabajo y horarios, para así lograr un equilibrio entre lo que el cuerpo recibe y lo que necesita. Y por sobretodo, adherencia al cambio por una vida saludable”, sostiene la nutricionista del Centro Médico de Clínica Ciudad del Mar.
