Un estudio de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) advirtió que el 70% del daño solar en la piel se produce antes de los 18 años, ya que no solo el riesgo existe en aquellas actividades que requieren el uso de protector sino que además hay otras actividades como practicar deportes, caminar, pasear o ir a jugar a una plaza que también son representa un peligro.
Además, la mitad de la exposición solar que una persona debería tener durante su vida, se recibe en las dos primeras décadas de vida, esto, sumado a los malos hábitos, produce el fotoenvejecimiento de la piel.
Los especialistas de la SAD señalaron que es importante educarnos y educar a los niños para que no tengan tanta exposición en sus primeros años de vida e indicaron que es importante consultar a un dermatólogo ante cualquier signo de lesión.
El fotoenvejecimiento va más allá de las generación de arrugas, también puede provocar manchas y surcos profundos, cambio de color (los tejidos se vuelven más amarillentos) y perdida de grosor, lo que hace también que empiecen a traslucirse los vasos sanguíneos.
La consecuencia más graves son los tumores cutáneos, entre ellos los más comunes son el carcinoma basocelular o el melanoma, que aparece como si fuera un lunar que cambia de forma, tamaño o color.
Cuando la piel es de tez clara, alcanzan 10 minutos de sol para que aparezca el color rojo que indica alguna quemadura. En una piel más oscura ese proceso tarda unos 20 minutos. Otro factor importante es la edad, antes de los 6 meses no deben ser expuestos al sol porque la piel aún no tiene capacidad de defensa.
Los especialistas aconsejaron: utilizar protector en todas las actividades al aire libre, ya que las nubes permiten el paso de la radiación UV, mientras que la arena, el agua y la nieve reflejan los rayos y potencian su acción; no exponerse entre las 10 y las 16; elegir cremas de amplio espectro y aplicarlo 20-30 minutos antes de cada exposición y cada 2 o 3 horas; y controlar las manchas o lesiones sospechosas en el cuerpo.
Fuente: Infobae.com