Frenar la alopecia no siempre es una causa perdida. Estos hábitos y cuidados ayudan a regenerar y fortalecer el cabello.
Cuando el cabello se cae a clapas formando zonas calvas en la cabeza o en algunas zonas del cuerpo, se puede estar padeciendo una alopecia areata, si eso sucede, antes de recurrir a corticoides que pueden resultar muy agresivos vale la pena probar con otras estrategias para frenar la caída y mejorar el problema.
Causas
Infecciones por hongos
Primeramente hay que descartar, por ejemplo, las infecciones por hongo, pues son muy frecuentes las areatas por tiña.
En el caso de confirmarse una infección por hongos, el tratamiento consiste en aplicar un antimicótico como una solución yodada.
La solución yodada no debe aplicarse en la zona calva, sino en los pelos de alrededor, que es donde suelen acumularse los hongos, alrededor del pelo que queda.
Estrés
Es importante saber que, si la alopecia se está produciendo porque se está viviendo una situación de estrés, el problema puede tener buena evolución y recuperarse solo.
Cuando la caída del cabello se está debiendo al estrés, puede haber un problema de autoinmunidad que cause inflamación en la raíz del pelo.
Precisamente por esto muchos dermatólogos recetan corticoides frente a la alopecia areata.
Medicina naturista
La medicina naturista en cambio, recomienda otras medidas que tienen en cuenta el ambiente y diversos hábitos. Los tóxicos ambientales, el estrés, el estado de la flora intestinal o la falta de ejercicio físico y de sudoración pueden afectar la salud del cabello.
Recursos naturales
Existen tratamientos con corticoides, tales como minoxidil, ciclosporina, ácido retinoico o griseofulvina, pero ninguno de ellos ha demostrado su eficacia para frenar el curso de la alopecia y además suelen conllevar efectos secundarios que generalmente empeoran el problema de la pérdida del cabello.
Entre los tratamientos naturales no hay ningún remedio en específico pero si acciones que mejoran el estado general de salud, y restablecen el equilibrio corporal, como el ejercicio moderado.
Se recomienda cuidar la dieta, preferiblemente vegana, sin grasas animales ni vegetales calentadas.
Se aconseja tomar semillas y frutos secos crudos como almendras o avellanas.
La ingesta de plantas como el harpagofito, el regaliz o la salvia en tomas alternas y con descansos.
El cabello es conveniente mantenerlo limpio sin más y no asfixiarlo con pomadas o tratamientos locales.
Ambiente en el que se desenvuelven
Conviene ir con cuidado con los impactos eléctricos y electromagnéticos, así como evitar climas artificiales con mucha calefacción o aire acondicionado.
Es importante así mismo curtirse en la naturaleza y respetar los ciclos de luz, durmiendo de noche y moviéndose de día.
Nivel de estrés
Cuidado con las agresiones mentales: debes ponerle frenos. Por ejemplo, se recomienda practicar relajación, entrenamiento autógeno o meditación. Serán de gran ayuda.
Muévete
Se debe practicar ejercicio al aire libre. Esto incluye actividades como el yoga, el chikung, la euritmia.
Regulación de la inmunidad con plantas
Pueden ser útiles plantas inmunomoduladoras como la equinácea, el harpagofito o la calaguala.
Se aconseja su ingesta en té o en comprimidos de la planta molida.
Microbiotica
Se recomienda cuidar la flora digestiva proporcionándoles bacterias beneficiosas o favoreciendo su crecimiento. Para ello, se debe incluir en la alimentación probióticos y prebióticos.
Tener una microbiotica más equilibrada es bueno para el sistema inmunológico. También se puede utilizar el ayuno como un inmunomodulador.
