A medida que vamos creciendo y formándonos como adultas nos vamos colocando metas y marcando prioridades en la vida las cuales siempre deseamos alcanzar antes de llegar a la tan nombrada era de los 30, cuando las cosas empiezan a cambiar para nosotras es cuando nos vamos dando cuenta que queremos tener una vida estable en todo sentido, donde ya debemos valernos por nosotras mismas, tener una relación estable, al igual que un trabajo sólido, pero, ¿es cierto todo esto?
Hoy en día para una mujer llegar a los 30 años sin haberse casado, sin tener hijos y haberse desarrollado de forma exitosa en su profesión es visto de otra forma, aquella que supo salir adelante por sus propios méritos es una muestra de fortaleza.
- Expectativa: conseguirás un bonito departamento con muebles de adulto. Realidad: aun vives con tus padres y a veces aun discutes con ellos para que respeten tu espacio e intimidad.
- Expectativa: te levantarás cada mañana una hora antes para leer el periódico. Realidad: muchas veces no nos acercamos ni siquiera al canal de televisión a ver las noticias.
- Expectativa: prepararás una cena sana y variada cada noche. Realidad: el camarero del restaurante chino de la esquina se sabe tu pedido de memoria.
- Expectativa: siempre lamentarás no volver a ser joven, libre y alocada como a los 22. Realidad: menos mal que no volverás a ser esa jovencita insensata y mal hablada que no sabe cómo combinar unas botas cowboy sin parecer salida de Indiana Jones.
- Expectativa: leerás una novela crítica o autobiográfica cada semana. Realidad: terminas leyendo a lo mucho la contraportada de los libros y uno que otro artículo de revista.
- Expectativa: encontrarás un hobbie que practicar. Realidad: tu instagram, Facebook y twitter son lo que absorbe tu tiempo.
- Expectativa: prepararás café cada mañana. Realidad: la máquina de café de la oficina no está tan mal…
- Expectativa: cuando vengan tus amigos a casa, cocinarás un menú delicioso y nuevo para cada ocasión. Realidad: ¡Viva el 2 por 1 de las pizzas!
- Expectativa: a la hora de comprar ropa, invertirás en piezas versátiles, duraderas y con estilo. Realidad: tu armario está lleno de camisetas básicas, sencillas y cómodas.
- Expectativa: saldrás a cenar cada sábado con tu futuro novio a un nuevo restaurante de moda. Realidad: te encuentras decepcionada y pensando que el amor es algo que no se hizo para ti.
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