Este es un tema del cuál mucho no se habla, sin embargo está presente en nuestra mente (¡sobre todo cuando llega el verano!). La elección de depilar o no la zona íntima debería ser una decisión basada en tus preferencias personales y no en las de las demás.
El vello púbico está ahí por una razón. Protege los órganos genitales, por lo cual si lo sacas vas a estar más expuesta y vulnerable por ejemplo, a infecciones.
Pero tal vez elijas quitarlo de ahí igualmente, por las conocidas ventajas: comodidad, estética y también para favorecer los encuentros sexuales. Si éste es el caso, hay varios métodos por los cuales puedes optar. Básicamente puedes utilizar todos los métodos que usas para las piernas, teniendo en cuenta por supuesto que esta zona es muchísimo más sensible.
- Rasurar. Éste método es rápido, barato e indoloro. Tienes la desventaja de que el vello vuelve a crecer a los pocos días ya que no se quita de raíz.
- Cera. Éste método también es barato y rápido, aunque no indoloro. Dependiendo de cómo percibas el dolor, será más o menos adecuado para ti. Puedes realizarlo en tu casa o también recurrir a un centro de estética (asegúrate de que las personas que te atiendan sean profesionales)
- Depiladora eléctrica. Es un poco más lento que la cera, y por supuesto más costoso. Tal vez prefieras elegirlo porque al ser más lento, la sensación del dolor puede no ser tan irritante como la de la cera que la retiras de un tirón rápido. De nuevo, dependerá de tus preferencias al respecto.
- Cremas depilatorias. Su efecto tampoco dura mucho, su ventaja es que es indoloro.
- Depilación láser. Si optas por una depilación efectiva, ésta es la solución. Deberás contar con una buena suma de dinero para tal fin ya que es un método caro, y se realiza en muchas sesiones hasta completar el tratamiento.
