Una jornada laboral común tiene por lo general 8 horas al día, es decir, 40 horas a la semana donde estamos gran parte del tiempo sentados frente a un monitor sin movernos ni realizar actividad física. ¿Qué consecuencias puede tener esto para nuestra postura? Muchas, y nada de positivas.
En primer lugar, el sedentarismo presente en la mayoría de los trabajos actuales es un factor que influye en el sobrepeso y además, el causante de muchas dolencias y traumatismos que pueden afectar a nuestra espalda, cuello, brazos y tendones, entre otros.
Macarena Scaff, kinesióloga de Clínica Avansalud, explica que cada vez es más común que los chilenos presenten lesiones músculoesqueléticas debido a este problema, lo que incide en su bienestar y productividad laboral. “Cuando la persona está mucho tiempo en una determinada posición la región lumbar, la zona cervical y las extremidades superiores son las partes más vulnerables a sufrir este problema”, comenta.
¿Qué podemos hacer para aminorar los daños? Macarena Scaff entrega los siguientes consejos que podemos aplicar día a día:
1.- Realizar pausas: Cuando estamos muy concentrados en algo olvidamos pararnos y caminar, acciones que ponen en marcha nuestros músculos. “Lo ideal es hacer pausas del computador cada una hora, caminar un poco y volver al escritorio. Si tenemos que hablar con alguien que está en nuestra oficina, ojalá podamos ir a su puesto en vez de llamarlo o enviarle un mail, así logramos movimiento”, dice la experta.
2.- Equipamiento adecuado: Una silla cómoda y que permita que nuestros pies descansen en el suelo, junto con un respaldo que contenga apropiadamente nuestra espalda es fundamental para lograr una buena postura y no causarnos daño. Además, el borde superior de la pantalla del computador debe quedar a la misma altura de nuestros ojos, ya que más arriba o más abajo podría dañar nuestro cuello. Idealmente, el mouse debe contar con un soporte de almohadilla para evitar la tendinitis.
3.- Cuidar la postura: No basta con tener los implementos adecuados si no ponemos de nuestra parte. “Cuando nos sentamos debemos mantenernos derechos y no curvar la espalda. Nuestra cabeza debe estar derecha y nuestros pies deben poder tocar el suelo, cuidando que haya espacio suficiente en el piso”, dice Macarena Scaff.
4.- Preocupación laboral: Muchas empresas han notado la proliferación de dolencias físicas entre sus empleados y han combatido sus efectos realizando actividades de prevención donde se enseña a mantener la buena postura y minimizar riesgos. “Ojalá todos los trabajos pudieran hacer cosas de este tipo, ya que así podrían evitarse muchos accidentes”, advierte la kinesióloga de Avansalud.