Reiki es una palabra que sin duda alguna denota bienestar físico y espiritual. Esta palabra está dividida en dos:
- REI: energía universal.
- KI: energía vital.
Esta es una excelente técnica de canalización y transmisión de energía vital a través de la imposición de manos, que se utiliza para obtener paz y equilibrio en todos los ámbitos importantes del ser humano: físico, emocional, mental, espiritual.
Son siete chakras que se distribuyen a través del cuerpo de la persona:
1. Raíz o base: ubicado en el perineo.
2. Sexual: abajo del ombligo en la zona genital.
3. Plexo solar: abajo de las costillas enmedio.
4. Corazón: ubicado poco más arriba del esternón enmedio.
5. Garganta o laríngeo.
6. Tercer ojo: en el entrecejo.
7. Corona: parte superior de la cabeza.
¿En qué consiste el reiki?
Es un tipo de medicina complementaria que trabaja la armonización del ser interior en base a la energía. Gracias a esto, también se armoniza el cuerpo físico, sanando la causa del problema o dolencia.
“El Reiki sana el efecto por sanar la causa, por eso es un poco más lento. No es un milagro, es una especie de imposición de manos que va canalizando la energía”, afirma María del Pilar Dois, docente, maestra y terapeuta en Reiki.
La especialista explica que no se trata sólo de poner las manos para sanar a la persona, sino que más bien es un trabajo personal, donde el paciente debe querer sanar. “Es un camino espiritual y psicológico”.
La energía del Reiki es universal, creadora y amorosa. Debido a la calidad vibracional que posee, sana la causa de los problemas. De esta forma, lleva al interior de la persona, sostiene la energía para que se vea dónde está el problema.
El procedimiento para realiza el Reiki es simple:
- Se acomoda al paciente en una camilla, sin zapatos, con ropa, con música, olor y ambiente agradables.
- Luego se comienzan a trabajar los chacras uno por uno, empezando por la cabeza. Todo se hace a través de la imposición de manos.
“El Reiki sirve de catalizador a la medicina normal. Apoya a que el remedio actúe más rápido, además sana la parte espiritual y emocional”, expresa María del Pilar Dois.
Esta terapia la puede tomar cualquier persona, con la condición que tenga las ganas y la disposición de sanarse. Es buena para embarazadas, porque las ayuda a conectarse con el bebé, también para los niños, pero hasta que tienen siete años, se les hace desde la garganta hacia abajo, la cabeza no, porque ahí se encuentra un chacra, y como ellos están en un proceso de aprendizaje, no se debe tocar estar área.