La aspirina es uno de los medicamentos más conocidos y consumidos en el mundo. Está presente en el botiquín de la mayoría de hogares, y por lo general se considera un fármaco bastante seguro. No obstante, como cualquier otro fármaco, no está exento de efectos adversos.
Aspirina es la marca comercial de la farmacéutica Bayer para el ácido acetilsalicílico, un principio activo presente en las hojas de sauce. Tiene efectos analgésicos (disminuye el dolor), antipiréticos (baja la fiebre), antiinflamatorios (evita la inflamación) y anticoagulantes (dificulta la coagulación de la sangre).
Sus efectos adversos más comunes son los trastornos gastrointestinales (úlcera gástrica, úlcera de intestino, sangrado gastrointestinal, dolor del abdomen, digestión pesada, ardor, acidez, molestias gástricas, náuseas y vómitos), algunos trastornos respiratorios (asma, espasmo bronquial, congestión nasal y rinitis), Urticaria, erupciones cutáneas, angioedema (inflamación en la boca o las vías respiratorias) y, en dosis altas, alteraciones significativas de la coagulación.