El secreto de las parejas que llevan muchos años juntas y que pareciera entenderse a la perfección no es obra de la suerte o la casualidad, sino del esfuerzo mutuo.
Quizás te los hayas tropezado cuando paseaban por la calle o cuando se agarraban de la mano en el autobús y se abrazaban al salir del cine.
Tal vez los tengas más cerca de lo que crees: en tu círculo familiar o en tu grupo de amigos.
El lenguaje entre parejas
Algunas parejas tienen una forma de hablarse, mirarse o escucharse que resulta admirable y, en algunos casos, es hasta envidiable. Ambos desprenden un a sensación de unidad y, aunque no haya certeza en el amor, lo que realmente les caracteriza es que ambos tomaron la decisión de que el amor es lo más importante de sus vidas, explica la psicóloga, Lidia Alvarado.
Esa resolución es la que los mantiene comprometidos con el cuidado de su relación de pareja, así tengan problemas en el trabajo, con los hijos, con la familia o por asuntos relacionados a la salud o el dinero.
Pero esto, que parece tan simple y sencillo, en realidad supone una intensa tarea. No es algo que “salga solo, como nos intentan vender en las películas románticas”, señala la experta.
La calidad entre pareja hace la diferencia a la durabilidad
Advierte la especialista que son muchas las parejas que olvidan incluir en la ecuación amorosa palabras como “esfuerzo”, “trabajo” o “atención”.
Así, lo que diferencia a estas uniones de las otras es que están comprometidas para trabajar en su relación y creen que esta es su prioridad.
El mutuo acuerdo de la relación
Según define la psicóloga, para ello mantienen unos “altos estándares” de su relación, que implican tener claro qué es lo que permitirán y qué es lo que no permitirán en cada unas de las áreas relevantes de su relación: intimidad, respeto, estado de ánimo, complicidad, pasión, comunicación, apreciación y presencia.
Se trata de poner límites, pero no de la manera en que (muchas veces, de forma equivocada) solemos poner en la relación de pareja, sino de un modo constructivo.
Para entenderlo, se deben colocar varios ejemplos de buena relación, algunos simples, pero muy importantes: “No me permito irme a la cama enfadado con mi pareja”, “no me permito retirar el amor a mi pareja, aunque hayamos discutido”, “no me permito discutir con mi pareja cuando estoy molesto por temas de trabajo”, “no me permito que un desacuerdo por la educación de nuestros hijos enturbie nuestra complicidad”, “buscaré todos los días un momento de intimidad con mi pareja”.
Para Alvarado, estos “límites” implican entender que el amor es mucho más importante que tener la razón, pero también requiere el estado adecuado a la unión. Ello implica dificultades, problemas como oportunidades para fortalecer la pareja y hablar de los mismos cuando se detectan.
Hábito de una pareja duradera
Para crear lo que considera la psicóloga “una pareja extraordinaria” es fundamental tener hábitos saludables en el día a día. “Una relación es el resultado de lo que se hace la mayoría de las veces”, concluye la psicóloga.
