El agua constituye el 60% del cuerpo humano y es necesaria para ayudar a mantener un peso saludable, eliminar las toxinas del cuerpo y producir fluidos corporales como la saliva. El agua también contribuye a la función intestinal regular, el rendimiento muscular óptimo y una piel clara y de aspecto juvenil. Sin embargo, no tomar agua puede causar deshidratación y síntomas adversos, como fatiga, dolor de cabeza, inmunidad debilitada y piel seca.
¿Es posible que sus problemas de salud estén causados por no tomar agua?
Aquí hay algunos signos que indican que es posible que debas comenzar a tomar agua con mayor frecuencia para beneficiarte de una mejor salud.
1. Mal aliento persistente
El agua es esencial para la producción de saliva y ayuda a enjuagar las bacterias para que pueda mantener dientes y encías saludables. La falta de agua inhibe la producción de saliva y hace que se acumulen bacterias en la lengua, los dientes y las encías, lo que contribuye al mal aliento. Si practicas una buena higiene bucal, pero continúas sufriendo de mal aliento crónico, es posible que no estés bebiendo suficiente agua. Haz una cita con tu médico si el mal aliento persiste después de aumentar el consumo de agua para descartar otras causas subyacentes, como enfermedad de las encías, diabetes tipo 2 y problemas hepáticos o renales.
2. Fatiga
No beber suficiente agua puede causar una pérdida general de líquidos en el cuerpo. Esta pérdida de líquido puede conducir a una disminución en el volumen de sangre que ejerce una presión excesiva sobre el corazón para suministrar oxígeno y nutrientes a los órganos, incluidos los músculos. La falta de agua puede hacer que experimentes períodos de fatiga y poca energía a medida que tu cuerpo intenta funcionar sin suficiente agua. Si constantemente se siente lento y cansado a pesar de dormir bien por la noche, es posible que necesites aumentar tu consumo de agua.
3. Enfermedad frecuente
El agua ayuda a eliminar toxinas, desechos y bacterias del cuerpo para combatir enfermedades e infecciones, además de fortalecer tu sistema inmunológico para que te enfermes con menos frecuencia. Si parece que siempre te estás enfermando, es posible que debas comenzar a beber más agua para mantener tu cuerpo libre de toxinas y funcionar a un nivel óptimo. Dado que la falta de agua también causa fatiga, es probable que tengas menos actividad física, otro factor de riesgo de inmunidad debilitada.