El herpes genital es muy fácil de transmitir (contagioso) desde el primer hormigueo o picazón de un nuevo brote (antes de que aparezcan las ampollas) hasta que las llagas se hayan curado por completo.
Puedes contraer herpes genital:
• Del contacto de piel a piel con el área infectada (incluido el sexo vaginal, anal y oral)
• Cuando no hay llagas o ampollas visibles
• Si un herpes labial toca tus genitales
• Transfiriendo la infección en los dedos de otra persona a sus genitales
• Al compartir juguetes sexuales con alguien que tiene herpes
No puedes contraer herpes genital:
• De objetos como toallas, cubiertos o tazas: el virus muere muy rápido cuando está lejos de su piel
Protección contra el herpes genital
Puedes reducir las posibilidades de transmitir el herpes al:
• Usar un condón cada vez que tienes relaciones sexuales vaginales, anales u orales, pero el herpes aún puede transmitirse si el condón no cubre el área infectada
• Evitar el sexo vaginal, anal u oral si tú o tú pareja tiene ampollas o llagas, o un hormigueo o picazón que significa que se acerca un brote
• No compartir juguetes sexuales: si lo haces, lávalos y ponles un condón
Por que vuelve el herpes genital
El herpes genital es causado por un virus llamado herpes simple. Una vez que tiene el virus, permanece en su cuerpo. No se extenderá en tu cuerpo para causar ampollas en otros lugares. Se queda en un nervio cercano y causa ampollas en la misma área.
Si puedes, evita las cosas que desencadenan sus síntomas. Los desencadenantes pueden incluir:
• Luz ultravioleta, por ejemplo, de hamacas
• Fricción en su área genital, por ejemplo, por sexo.
Contacta siempre a tu médico ante la sospecha de herpes genital y evita complicaciones y síntomas severos a corto plazo. Es importante mantener tu salud al día, sobre todo, tus zonas íntimas.