Para cuidar nuestros pies y tenerlos saludables, es importante que no sólo elijamos los zapatos por el color, la forma o con qué nos combina. Es importante elegir los zapatos correctos, que se adapten a tu pie y no al contrario, puesto que puede perjudicar a tu bienestar.
Llevar un calzado incómodo es nocivo para nuestra salud ocasionando desde dolores de rodillas hasta tensión muscular, callos o malformaciones óseas. También, se pueden llegar a tener graves problemas de circulación, desencadenando retención de líquidos, hinchazón, varices, estrías y celulitis.
Usar un zapato ‘bonito’ que no sea ‘cómodo’ puede llegar a causar lumbago o artrosis.
Diversos estudios muestran que alrededor de siete de cada diez personas padecen de alguna enfermedad relacionada con los pies. Hay que recordar que los pies, son los encargados de sujetar todo nuestro cuerpo y no podemos descuidarlos.
Para no tener problemas de salud, debemos evaluar una serie de detalles en los zapatos que nos pongamos como el material, el taco y ver si se ajustan bien a nuestro pie.
Se recomienda que los tacos midan entre cuatro y seis centímetros de alto. En este tipo de zapato todo nuestro peso recae sobre el talón del pie y, es conveniente que el taco no exceda los oho centímetros. Para un mayor bienestar se recomienda usar plantillas que ayuden a que el pie descanse. Los zapatos de punta muy estrecha oprimen los dedos con riesgo de provocar que las uñas se encarnen.
Utilizar con mucha frecuencia ‘ballerinas’ puede pasar la cuenta. Se trata de un zapato con muy poca suela en donde se puede clavar cualquier tipo de objeto que no veamos y causarnos lesiones.
Las chalas y sandalias, tan cómodas en los meses de verano, corren el riesgo de tener poca unión con el pie y causarnos torceduras, ampollas o heridas en los dedos al ir desprotegidos.
Usar zapatillas todos los días y por mucho tiempo puede dar problemas de hipersudoración creando hongos e infecciones. Para este tipo de calzado, se recomienda usar calcetines de fibras naturales.
No es bueno abusar de ningún tipo de zapato y debemos intercambiarlos según la actividad que realicemos. Los materiales de los mismos, al igual que la utilización de calcetines o medias correctas, ayudan a mejorar nuestra salud.
