Muchos podemos creer que el amor a primera vista no es más que otro cuento de fantasía que nos inventaron para justificar la atracción física momentánea y el pedestal en el que montamos a una pareja que recién conocemos, y porque no el desesperado intento de comprometerse porque nos han dicho que sin pareja no estamos completos.
Sin embargo, para los enamorados de la vida el amor a primera vista existe, es posible enamorarse de alguien tras unos pocos minutos o incluso segundos de haberse conocido o visto, pues el flechazo de cupido llega a la hora precisa, el momento específico y con la persona adecuada, además aparentemene cuando estás frente al posible amor de tu vida lo sientes.
Un estudio de Archives of Sexual Behavior de la Academia Internacional de Investigación sobre Sexo, determinó que “cuanto más tiempo pasa el hombre mirando a su compañera, más pronto caerá a sus pies”.
En este sentido, diversos científicos llegaron a la conclusión que si el hombre ve a la mujer por 4 segundos o menos, no está impresionado por ella, sin embargo si por el contrario mantiene su mirada por 8.2 segundos o más, el amor nació en dicho hombre.
Por el contrario las mujeres, mirarán al hombre de la misma manera y en la misma cantidad de tiempo sin importar si se siente atraída o no, esto se debe a que los hombres a través del contacto visual buscan parejas fértiles y compatibles, mientras que las mujeres son más precavidas e intentan no llamar tanto la atención para evitar embarazos no deseados y/ ser madres solteras.
Otras investigaciones han arrojado que el tiempo mínimo para saber si realmente es amor, son seis meses, pues ya has pasado la etapa de la luna de miel y puedes tener una visión más realista de tu pareja.
De cualquier forma para el amor no existe una ecuación perfecta o fórmula mágica, hay parejas que en realidad se enamoran a la primera y otras a las que les toma tiempo, pero todas concuerdan que el amor más allá de la atracción física y las relaciones sexuales -complementos de la relación-, se trata de entender a la persona, no querer cambiarla y demostrar con hechos que en efecto es con esa persona con quien quieres estar porque es el amor de tu vida, bien sea a primera, segunda o tercera vista.