Es muy probable que todos tengamos en alguna parte de nuestro cuerpo aquella marca que nos quedó por siempre producto de una herida o lesión que rompió nuestra piel: una cicatriz. Hay varios tipos; algunas que se notan más, otras menos y algunas que se pueden atenuar con mayor facilidad que otras.
La cicatrización es una respuesta normal de nuestro cuerpo. El problema, es que hay ciertas zonas en la que nos gustaría que esa cicatriz se note lo menos posible y para ello, hay muchos tratamientos, cremas y hábitos con los que debemos lidiar.
Debido a la cantidad de desinformación al respecto y a los llamados ‘productos milagro’ para eliminar cicatrices, es que la Directora Médica de Central Klinic, Dra. Alejandra Ríos, profundiza en la cicatrización de la piel y en qué debemos hacer para atenuar dichas marcas.
Tipos de cicatrices
Cuando en una herida se llega a dañar el tejido conjuntivo y los vasos, ya podemos hablar de que existirá una cicatriz, de las cuales podemos encontrar 3 tipos, que se clasifican según su aspecto y su respuesta biológica:
- Atróficas: son las más comunes y generan la depresión de la piel. Son profundas y ocurren cuando ha habido una pérdida de tejido en el lugar. Son las típicas que deja el acné.
- Hipertróficas: son elevadas, de consistencia más firme e hipervascularizadas, lo que les da un aspecto más rojo. (Cicatrización exagerada)
- Queloides: son muy elevadas y se les ha descrito como un tumor de fibras colágenas. (Cicatrización muy exagerada)
‘’El riesgo de cicatrización exagerada es mayor en hombros, área escapular, pecho, lóbulo de las orejas, abdomen inferior (abdominoplastía) o en áreas de la piel sobre prominencia ósea. Las zonas donde la tensión es mayor favorece la cicatrización exagerada y si se es menor de 30 años existe mayor riesgo de formar queloides’’, explica la Dra. Ríos.
Tratamientos
Se suele creer que las cicatrices se pueden eliminar sólo con cremas y trucos caseros, pero en realidad existe mucha desinformación al respecto. ‘’Es rara la cicatriz que se puede borrar completamente, pero sí la mayoría de ellas se pueden atenuar bastante’’, aclara la Dra. Ríos.
Al momento de atenuar una cicatriz, influyen tanto el tipo de piel como la parte del cuerpo en que ésta se encuentra: ‘’Las zonas del cuerpo que por lo general están cubiertas son más fáciles para realizar tratamientos ya que no están expuestas a la luz ultravioleta. Así mismo, mientras más blanca sea la piel, más fácil de atenuar es la cicatriz’’, explica la Dra. Ríos.
Las sesiones respectivas de cada tratamiento van a depender del tiempo que tenga la cicatriz, así como su color, grosor y tamaño. Los principales tratamientos son los siguientes:
- Corticoides: es la inyección intralesional más usada. Se recomienda una infiltración mensual.
- Láser: se usa por más de 25 años en la prevención y tratamiento de cicatrices recientes y antiguas. Los láser que se utilizan pueden ser ablativos (producen vaporización del tejido) o no ablativos (coagulación). ‘’Los láser usados para las cicatrices hipertróficas y queloides son los ablativos y muestran una recuperación de 90% o más’’, cuenta la Dra. Ríos.
- Cirugías: la resección quirúrgica de una cicatriz es el método por el cual se remueve el tejido cicatrizal y se unen los bordes de piel en una forma mucho más detallada. ‘’Cicatrices anchas pueden ser casi eliminadas y resuturadas, resultando una cicatriz mucho más angosta y menos notoria. Con ésta misma técnica se pueden además acortar cicatrices o cambiar la dirección de las mismas para que después de la cirugía queden incluidas en algún pliegue de piel o acordes a las líneas naturales de expresión’’, explica la especialista.
- Crioterapia: normalmente el agente utilizado es el nitrógeno líquido, que es un gas que está a menos 195 grados, que produce una remodelación de la cicatriz.
- Silicona: se encuentra en gel y planchas. Se debe aplicar entre 12 y 18 horas al día, por un periodo de 1 a 2 meses.
Para aplicar en casa
En tu hogar y en tu día a día también puedes realizar tratamientos caseros o adquirir hábitos que te ayuden a atenuar cicatrices, pero lo importante es ser constante y que éstos vengan recomendados por un especialista.
‘’En el mercado hay una gran variedad de productos, lo importante es fijarse en sus principios activos. Dentro de ellos, recomiendo la rosa mosqueta, que es regenerativa, antiinflamatoria, revitalizante, antioxidante e hidratante. También la centella asiática que es regeneradora de tejidos o la alantoína por su función epitelizante y porque favorece la cicatrización de la herida. También sirven los productos con Pantenol, Bisabolol, Glicerina y Vaselina’’, enumera la Dra. Ríos.
La especialista también indica que hay algunos tratamientos caseros que sirven; como la aplicación de extracto de cebolla, ya que se ha demostrado inhibe la proliferación de la síntesis de colágeno o también la aplicación directa de Aloe Vera, Aceite de ricino y Caléndula. Además, es imprescindible el uso de bloqueador solar todo el año en las zonas expuestas.