¿Te despiertas cansado? ¿A menudo sientes como si no durmieras lo suficiente? Una psicóloga entrega interesantes consejos para mejorar la calidad del sueño y alcanzar un buen dormir.
Si en la mañana después de apagar la alarma y prender la luz de tu dormitorio sientes que podrías continuar durmiendo otras ocho horas más, es que tienes un problema de sueño. Es probable que no tengas hábitos saludables para el buen dormir, lo que afecta en tu día a día.
“Es esencial tener un sueño reparador, es decir, dormir siete u ocho horas, dependiendo de la persona, pudiendo en ese periodo completar el ciclo del sueño sin interrupciones. Si alguien duerme bien, tendrá en el día fuerza de voluntad, ánimo, buen humor y energía para realizar sus funciones correctamente”, indica Sandra Inostroza, secretaria de estudios de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.
Según la última Encuesta Nacional de Salud, el 63,2% de los chilenos sospecha que tiene un trastorno de sueño, como insomnio, narcolepsia (excesiva somnolencia durante el día), sonambulismo, etc. Esto puede deberse a los malos hábitos que tenemos al irnos a la cama. “Muchas personas siguen respondiendo mensajes vía celular aunque ya están acostadas y luego se quedan dormidas viendo el teléfono o la televisión. Esas conductas son un grave error, ya que así la persona no alcanza un sueño reparador, porque esa constante atención a otras cosas como la tv y las aplicaciones impiden un buen dormir”, asegura la experta.
Por ello, la docente de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico entrega una serie de recomendaciones para lograr un sueño reparador y así no sentirse cansado durante el día:
Acomoda tu habitación: Usa tu pieza para dormir, es decir, no trabajes ni comas allí. Elimina losstickers luminosos y fotografías frente a tu cama, ya que para lograr un buen dormir no debe haber ningún tipo de distracción.
Sé regular con tus horas de sueño: Es necesario ser ordenado con los horarios. No se trata de decir ‘hoy duermo cinco horas y mañana las recupero’, porque no funciona así y la realidad es que nunca se recuperan. Hay que ser regular, es decir, dormir todos los días 7 u 8 horas.
Evita comer o tomar antes de dormir: Lo ideal es que la persona tenga su última comida dos horas antes de irse a la cama, porque hay ciertos alimentos y líquidos que impiden tener un buen sueño, como por ejemplo el café o el alcohol.
No tomes demasiada agua antes de acostarte: Si ingieres mucho líquido antes de ir a la cama, probablemente de despertarás durante la madrugada con la urgencia de ir al baño. Esta situación interrumpe el ciclo de sueño, por lo que no será del todo reparador.
Si te despiertas en la noche, no prendas la luz: Si algo te interrumpe el sueño o debes ir al baño a media noche, no se recomienda prender la luz, sino que lo mejor ir a oscuras al baño, de memoria. Esto, porque con la oscuridad se libera la melatonina, llamada ‘hormona del sueño’, y si prendes la luz esta dejará de secretarse y te costará aún más volver a dormir.
Olvídate de la TV y el celular: Pon el celular en modo nocturno o en silencio para evitar las llamadas inoportunas y dejar a un lado los mensajes del Whatsapp, que te alejan de un sueño profundo y reparador. La televisión tampoco es una aliada al momento de intentar conciliar el sueño.