Nada sacamos con escandalizarnos frente a las primeras arrugas y patitas de gallo. El envejecimiento es –aunque nos duela y mucho– inevitable. Lo bueno es que con ayuda de la cosmética y buenos hábitos podemos prevenir y disimular el paso de los años.
Las arrugas no discriminan en edad. Puedes estar en tus veintitantos o entrando a los treinta, la verdad es que eso es un detalle mínimo frente al horror que sientes al verte en el espejo y descubrir que en tu rostro, justo alrededor de los ojos y de la boca, se han instalado las primeras líneas de expresión. Esa es la primera señal de que es momento tomar medidas y evitar que esas arrugas se vuelvan superficiales, y es hora también de hacer de la cosmética y sus tratamientos tu mejor caballo de batalla.
Las razones por las que aparecen las primeras arrugas o patas de gallo en el rostro son múltiples, la principal es que sobre todo después de los 30 años las fibras que se encargan de dar firmeza a la piel, se vuelven cada vez más lentas. Esto hace que la reparación celular sea más débil y, en consecuencia, la piel pierda su elasticidad natural. El resultado es una epidermis más seca, fina y vulnerable a quedar con secuelas visibles producto de gestos reiterados como reírnos, llorar o enojarnos.
La verdad es que poco o nada se puede hacer frente al envejecimiento como tal, es parte de la vida y tarde o temprano empieza a dejar ver sus síntomas. Sin embargo, sí tienes el poder de atrasar sus signos, disimularlos y prevenirlos. Dentro de sus causas además del factor genético, sumemos el estrés, el consumo de tabaco, la mala alimentación y el sedentarismo como otras importantes explicaciones.
Tus mejores aliados para prevenir las primeras arrugas y patas de gallo son: aplicar una buena crema hidratante de día y de noche que contenga antioxidantes y usar protector solar los 365 días del año cada 3 o 4 horas sagradamente, la exposición desmedida a los rayos UV es otra de importantes causas del envejecimiento prematuro, y ataca otras zonas además del rostro como el escote y las manos.
Natalia Carvajal, cosmetóloga de Clínica Le Ciel (www.leciel.cl), explica que una de las zonas con más tendencia a desarrollar las primeras arrugas es el contorno de ojos. Si lo que quieres es mejorar la calidad de la piel, y comenzar a tratar las líneas más superficiales, lo recomendable es utilizar en todo el rostro un sérum de colágeno 2 veces al día (Firming Colágeno Boost de línea Neostrata, por ejemplo). Luego, una vez absorbido y sólo en el contorno de ojos aplicar sérum contorno de ojos (Eye therapy de Neostrata es muy bueno). Aplica este tratamiento al menos dos meses y notarás el cambio siempre y cuando seas rigurosa con su aplicación diaria.
Para mejorar la apariencia del cuello es recomendable utilizar una crema específica para esta zona 2 veces por día, (te sugerimos probar Triple Fieming Neck). La aplicación debe ser de manera ascendente, nunca descendente o producirás más flacidez, este tip aplica para todos los productos que utilices en tu rostro. Si la flacidez de tu cuello y rostro está en aumento, complementa tus cuidados con un tratamiento facial con Radiofrecuencia hecho por expertas. Este tratamiento abarca rostro, cuello y escote, y proporciona más firmeza en tu piel, haciendo que los fibroblastos comiencen a trabajar y produzcan colágeno.
En caso que tus líneas de expresión ya sean muy profundas es recomendable utilizar un tratamiento bótox de manera preventiva, que es el método más efectivo para frenar la aparición de arrugas y líneas de expresión. El bótox paraliza temporalmente los músculos que generan las arrugas gestuales en la frente, el entrecejo y las patas de gallo. Los efectos son visibles desde el tercer día y duran entre 6 y 9 meses, pero para cuando el efecto vaya desapareciendo ya te habrás acostumbrado a gesticular menos así que puedes hacer que su efecto sea todavía más duradero.